número 21 | junio 2023
Críticas
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Habitación Tita

Por Federico Aguilar

 

Actuación: Carolina Esteves - Cintia Morales - Nadia Recepter

Texto y Dirección: Elina Martinelli

Utilería: Federico Tapia y La Patotera Sentimental

Vestuario: Lucia Tapia

Diseño sonoro: Nicolás Galli

Asistencia vocal: Pilar Odonne

Dibujante: Hidra Cabero

Gestión y producción general: La Patotera Sentimental

 

Un recuerdo habla más del presente que del pasado. De un pasado que difícilmente recordemos tal cual era, aunque sin él, la memoria (y el futuro) sería un desierto sin huellas

 

Habitación Tita es una obra cordobesa, más específicamente de sus Sierras Chicas. Surge a partir del encuentro fortuito, por parte una de las actrices, con una llave identificada justamente como el nombre de la obra. Aquella llave no abría cualquier habitación, sino la de Tita, sí, de Tita Merello, actriz ícono de nuestro país. Esa habitación, donde veraneaba junto a su gran amor Luis Sandrini, se reveló testigo de secretos bien guardados entre las paredes de  una antigua casona de Cabana. Las actrices, evidentemente, no pudieron escapar a su curiosidad y empezaron a frotar todos los objetos guardados de la diva, a la espera de alguna revelación.

Los objetos encontrados, repletos de “latencia”, serán protagonistas en la puesta. Promoverán la activación de la memoria de nuestra cultura popular, tan nutrida de cómicas y cómicos populares que marcaron la historia del teatro y cine argentino. Estrellas que comenzaron su trayectoria artística en aquellos años treinta que dan nacimiento a la época de oro del cine nacional, cuya primera película sonora “Tango” tenía como protagonista nada menos que a Tita Merello.

Pero, como los secretos bien guardados tienden los puentes a la imaginación, este elenco constituido en su totalidad por mujeres se revela ante el público como poseedoras de un mandato de Tita: el ser recordada. La escena que hace alusión al momento en que se da el mandato, va a estar desprovista de cualquier solemne protocolo. En una escena desopilante de “posesión”, reciben “desde el más allá” el pedido de la célebre actriz.

Los procedimientos de humor no se van a ver acotados a la escena mencionada. Resaltan en este aspecto, escenas de distintos “rebusques” callejeros (Juego de tacitas/Cartas de Tarot, etc.) donde las actrices, al igual que Tita en su primera juventud, buscan ganar algo de dinero en la calle. Estas situaciones, teñidas de humor cordobés, van a tener su momento cúlmine en la relación con el público, que se va a prestar para entrar en la escena y jugar a las tacitas o para que le adivinen el futuro.

La encarnación de Tita se substancia en las tres actrices. Juegan con un estilo más presentativo cuando son autorreferenciales, y cuando interpretan a Tita, se sumergen con precisión en los gestos, la corporalidad y el decir, tan particulares en la diva. El registro de actuación en el trío de actrices espeja al de Tita; oscila entre lo tierno, lo dramático y desde ya, lo desfachatado.

La obra, aunque colmada de humor, retrata también los momentos más dramáticos de la actriz. Se hace referencia a su fallido romance con Luis Sandrini y a la difícil situación económica que “la morocha argentina” atravesó antes de llegar a la fama. Sobre estas cuestiones, las actrices en sintonía con los tiempos que corren toman posición como mujeres y resaltan los abusos de una sociedad patriarcal, a los que Tita tuvo que enfrentarse, no sin coraje.

La puesta, pensada para espacios abiertos, es simple y efectiva. Se resuelve en un fácil montaje para la calle, a lo que se suma la capacidad de las actrices para hacerse cargo de las intervenciones del público presente en beneficio de la obra. La escenografía, cubierta con telas blancas, puede evocar aquella habitación ya desocupada. Al mismo tiempo, permite que los elementos de la escenografía se presenten de a poco, según los requerimientos de la escena, y vayan “develando” algunos de los secretos guardados en aquella habitación.

Habitación Tita es una obra que entraña, desde la actualidad, la tradición actoral de la que somos herederos; que aunque cuente con importantes periodos de renovación a lo largo de la historia, no deja de hacerse presente en nuestra escena actual. Habitación Tita es un ejemplo explícito de la influencia de esa tradición, que, así como lo hace Tita en la obra, pide (como si fuera posible no hacerlo) ser recordada.

La obra, se sumerge en los “trabajos de la memoria”, abriendo el camino para conocer la historia de la gran Tita Merello, pero también, y quizás fundamentalmente, abre los senderos para conocernos, un poco más, a nosotrxs mismxs

 

REFERENCIAS

Jelin, Elizabeth (2002), Los trabajos de la memoria, Buenos Aires: Siglo XXI.

Larios, Shaday (2018), Los objetos vivos. Escenarios de la materia indócil. México: Paso de Gato.