número 23 | septiembre 2024
Reseñas
A A

Maricel Álvarez (Curaduría). Archivo Filoctetes. Artes vivas, espacio público y documentación. Córdoba, Ediciones DocumentA/Escénicas, 2024, 188 pp.

Por Liliana B. López (UNA)

 

Este libro/archivo es tan singular como el mismo Proyecto Filoctetes en cuanto a su formato y contenido. Es un libro-objeto cuya estructura se organiza en cuatro gestos y una coda. Nos preguntamos por qué se llaman así y no capítulos o partes. El contenido de cada uno de ellos va tejiendo las posibles respuestas: señalan cada una de las fases del Proyecto Filoctetes: Escribir un manifiesto (1), hacer un muñeco hiperrealista (2), situar el muñeco en el espacio público (3) y hacer público sin el espacio público, en otras palabras, el archivo como gesto (4). En suma, las fases constituyen los movimientos originados hace más de veinte años - más precisamente en el 2002- cuyos ecos llegan hasta el presente.

Filoctetes era -o es, en la medida en que los mitos son atemporales- un personaje de la mitología griega cuya destreza principal era la buena puntería en el arco. Rumbo a Troya, al rescate de Helena, fue mordido por una serpiente. Como su herida despedía un fuerte hedor, fue abandonado en la isla de Lemnos, hasta que por necesidades de la interminable guerra fueron a rescatarlo.

Si hubiera que describir sintéticamente en qué consistió el Proyecto Filoctetes podría resumirse en la acción de construir y dejar muñecos hiperrealistas en espacios públicos urbanos de distintas ciudades del mundo al tiempo que se registraban las reacciones de los transeúntes.

Este libro no es un cierre del proyecto sino su archivo. Maricel Álvarez reunió diversos materiales heterogéneos que lo integraron y en algunos casos, los trans-codificó mediante la escritura y las imágenes. Reportajes a sus creadores, noticias periodísticas, entrevistas, material fotográfico, reseñas, son algunas de las piezas, donde las intervenciones urbanas adquirieron un carácter performático. También incluye las miradas retrospectivas, a veinte años del acontecimiento.

Hay un rasgo que se señala reiteradamente en los testimonios y manifiestos: consiste en la cualidad estética de los muñecos, cuyo hiperrealismo no ocultaba del todo.

Sin embargo, es inevitable que el sentido de las acciones no pueda, además, leerse como una experiencia social (no diría experimento). Las problemáticas conectadas son muchas: los cuerpos y sus relaciones en el espacio urbano, por ejemplo. La proxemia, la distancia social aceptada, no es la misma en un transporte público que junto a un cuerpo sentado o acostado en la vereda. Muchas posibilidades se ponen en juego: algunos, movidos por un sentido de empatía, se acercan o, eventualmente, llaman a una línea de emergencias. Otros, pasan a su lado con indiferencia. Las posibilidades y las motivaciones son muchas y divergentes. También aparecen las cuestiones legales (habilitaciones y permisos tardíamente comunicados, sanciones, reproches) relativas al “uso” del espacio público. Los roles de las instituciones culturales, los organizadores, los curadores, la publicidad.

Los muñecos, modernos Filoctetes, recibieron golpes, caricias, cuidados, o el disgusto y la indiferencia de los cuerpos que habitan y transitan las grandes urbes como Buenos Aires, Viena, Berlín o Cracovia. Modernas Lemnos superpobladas de cuerpos apurados o que se mueven con la morosidad del que pasea. En todo caso, frente a estos Filoctetes apoyados o acostados en el suelo, surgen muchos interrogantes cuyas respuestas son abiertas y al borde de lo indescriptible.

Este cuidadoso archivo nos invita a generar nuevas preguntas en un contexto nuevo, en el que los Filoctetes proliferan entre las luces y las sombras de la gran ciudad y si, hasta ahora, el evento era un recuerdo borroso, paradójicamente, el archivo lo actualiza.