El mapa teatral porteño se conforma por circuitos diferenciados: comercial, público e independiente, a los que se agrega más recientemente, el Off del off y entre otros los centros culturales de las fábricas recuperadas, los espacios universitarios y los espacios particulares de
los maestros, dramaturgos y directores.
El circuito comercial
La arteria principal del circuito comercial es la avenida Corrientes y comprende: el Luna Park, Multiteatro, Lola Membrives, Premier, Complejo Teatral La
Plaza, Broadway, Gran Rex, Opera Citi, Apolo (Ex Lorange), Nacional, Metropolitan y Astral, Maipo, La comedia, Liceo, ND Ateneo y Avenida. Los empresarios
dueños de las salas y productores teatrales están congregados en su mayoría por la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales [2]. En este circuito se presentan comedias musicales, espectáculos de tango, revistas, comedia, dramas
nacionales y versiones locales de obras representadas a nivel internacional.
El circuito oficial
El circuito oficial o público se compone por el Teatro Colón y el Complejo Teatral de Buenos Aires (CTBA), dependientes del Ministerio de Cultura del
gobierno de la ciudad, y el Teatro Nacional Cervantes dependiente de la Secretaría de la Nación.
Integran el complejo Teatral de Buenos Aires: Teatro de la Ribera, Teatro Presidente Alvear, Teatro Regio, Teatro San Martín, Teatro Sarmiento. En el
circuito oficial generalmente se representan obras clásicas, ballet y también versiones innovadoras del teatro universal y la lírica. Algunos espacios por
ejemplo el Teatro Sarmiento se dedican a la experimentación teatral y a dar lugar a las nuevas tendencias: Luis Cano con Coquetos Carnavales,
Mariano Pensotti con El pasado es un animal grotesco, Matías Feldman con Hacia donde caen las cosas, Ariel Farace con Ulises no sabe contar, representan algunas de las obras puestas en cartel.
El circuito alternativo
El circuito alternativo se concentra en el barrio del Abasto y se extiende a Palermo, San Telmo, Boedo, Villa Crespo. Los teatros más reconocidos son el
Camarín de las Musas, Espacio Callejón (antiguo Callejón de los Deseos), Abasto Social Club, La Carbonera, El Cubo Cultural, Chacarerean Theatre, Centro
Cultural de la Cooperación, Del Borde, ElKafka espacio teatral, Del Pueblo, Calibán, El Portón de Sánchez, Actor'S Studio, Andamio ´90, Anfitrión,
Apacheta, Beckett Teatro, Belisario, Boedo XXI, Cara a Cara, Circuito Cultural Barracas, Corrientes Azul, Del Pasillo, Fundación Teatro Del Sur, De la
Fábula, El Astrolabio, El Buho, El Celcit, El Fino, El Colonial, El Galpón Multiespacio, El Piccolino, Espacio abierto, Espacio Aguirre, Espacio Ecléctico,
IFT, Korinthio Teatro, La Otra Orilla, La Scala de San Telmo, La Galera, La Ranchería, La Ratonera, Madera de Sueños, ½ Mundo, Noavestruz, Patio de
Actores, Payró, Teatro Encuentro, Teatro de Flores, UPB, Timbre 4, La Tertulia, Abasto Social Club, Entretelones, Sportivo Teatral, Centro Cultural Raíces,
Silencio de negras, Huella Club de arte, Teatro Orfeo, Pan y Arte, Puerta Roja, La Maravillosa, La Máscara, El Excéntrico de la 18, Espacio Abierto, El
cubo, El vitral, La carpintería, El extranjero, La Mueca. El teatro SHA (Sociedad Hebraica Argentina): la sala pequeña estará destinada al teatro
independiente.
El circuito alternativo se caracteriza por la gran cantidad de propuestas de creadores jóvenes, privilegia el teatro experimental y la dramaturgia de
actor. Se observa gran rotación de público, mayoritariamente joven. En el circuito alternativo se estrenan entre cinco o seis obras por semana. Todas sus
salas son pequeñas -en general no superan las cien butacas- conviven varios espectáculos con una función semanal.
Son escasos los espectáculos que se presentan con dos o tres funciones semanales.
El circuito Off del off
El circuito Off del off se conforma por salas con problemas de habilitación y que reunidas por el colectivo teatral Escena (Espacios
Escénicos Autónomos), trabajan para que los espacios no se cierren y conseguir funcionar en la legalidad.
El circuito Off del off se conforma por salas localizadas en distintos barrios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como Villa Ortuzar,
Congreso, Villa Crespo, Palermo, Caballito, Parque Centenario, etc y son: Abrancancha, Sala Escalada, El Crisol, Casa Liguria, Vera Vera Teatro, Elefante
Club de teatro, Ladran Sancho, El Pacha, Teatro del Perro, El Brío, Espacio Polonia, Querida Elena sencillas artes, Club Cultural Matienzo, Club de Teatro
Defensores de Bravard, Elefante Club de Teatro, Colectivo Escena, Brilla Cordelia, Calabaza Productora, El Paraíso, Espacio Boris, Granate, Machado, Oeste
Estudio Teatral, Zafra estudio.
Otros circuitos
Son los espacios que no los podemos enmarcar con claridad dentro de los cuatro circuitos mencionados y están integrados por los espacios de las fábricas
recuperadas como el IMPA, el Hotel Bauen que recupera en forma de cooperativa el teatro y vuelve a funcionar dentro de las instalaciones del mismo; el
Centro Cultural Haroldo Conti, creado por la Secretaría de Derechos Humanos y dentro del teatro universitario: las salas del Centro Cultural Ricardo Rojas
de la Universidad de Buenos Aires, la Sede Venezuela del Departamento de Artes Dramáticas del IUNA, la sala Leopoldo Marechal y el Teatrito en la Sede de
French del mencionado Departamento. Asimismo, la Fundación Cultural Konex y El Galpón de Catalinas donde se desarrolla el teatro comunitario.
Cómo evoluciona el circuito independiente y sus producciones desde los ´80 en adelante
Para evaluar la trascendencia de este cambio debemos retrotraernos a décadas atrás. En los años ´80 la oferta teatral en el teatro off era escasa
comparada con el número de espectáculos que se ofrecen semanalmente en las salas del circuito.
Cabe señalar la fuerte preponderancia entre los años 81 y 84 del teatro de resistencia cultural denominado Teatro Abierto, que surgió en la última
dictadura y se prolongó hasta un año después de la recuperación de la democracia. Es ícono de este movimiento el Teatro del Picadero, ubicado en la
periferia del centro porteño, que una semana después de inaugurado, un comando ligado a la dictadura incendió las instalaciones de la sala.
En marzo del ´83, en la transición hacia la democracia, el Grupo de Teatro Catalinas Sur en el barrio La Boca hace teatro comunitario en las plazas
públicas, bajo la dirección de Adhemar Bianchi. La finalidad de este grupo comunitario fue similar al denominado Teatro Abierto en el ´81, desde otros
actores sociales y en otros espacios, pero también como resistencia cultural a los momentos históricos que se vivían por aquellos años en nuestro país. Hoy
en día tiene sala propia en el mismo barrio. Tomamos este grupo comunitario, aún no respondiendo a las características propias del teatro independiente, en
el sentido de que los integrantes no forman cooperativas y sus objetivos difieren de los de un colectivo teatral. Está pensado como un grupo de vecinos que
hacen arte como forma de comunicarse. Por otra parte, tienen reconocimiento desde la cultura legitimista a través de los premios recibidos [3].
Premios a los que acceden los espectáculos del circuito comercial y destacados grupos y artistas del circuito independiente. Es un teatro construido por
vecinos del barrio y también con la colaboración de otras personas interesadas en el proyecto. Son beneficiados con subsidios estatales, gozan de
reconocimiento internacional y una anécdota que ilustra esta hibridación es la experiencia personal que Mauricio Kartun mantuvo con el grupo:
. (Kartun)cuenta que tuvo dos reuniones con la gente de Catalinas para llevar El niño
argentino
a La Boca, pero que nunca concretaron por temas de horarios. Kartun y
su grupo tenía claro que su espectáculo culminaba en Catalinas con choripán en la
vereda. También mantiene la expectativa y el deseo de dirigir algo allí, ya que
Adehemar Binchi lo convocó más de una vez (Ana Durán, "Un sujeto para un objeto, Funámbulos, 2009).
En 1986 Ricardo Bartís funda el Sportivo Teatral en Palermo viejo, cuando todavía no se había transformado en el barrio de moda actual. El Sportivo se
concibe como un espacio de actores y directores en la búsqueda de un lenguaje teatral "autónomo". A fines de los ´80 Ricardo Bartís irrumpe en la escena
porteña con un espectáculo emblemático Postales Argentinas, que romperá con algunos moldes tradicionales y marcará a futuras generaciones de
teatristas. Una obra no escrita en papel, sino surgida de la improvisación. Se estrenó primero en Madrid y en el ´89 en el Teatro Payró. En el mismo año
surge el Periférico de Objetos, creado por Daniel Veronese, Ana Alvarado y Emilio García Wehbi.
Por esos años no era común que un grupo realizara teatro en un espacio para cuarenta, cincuenta o setenta personas. Era una realidad inimaginable que el
público se trasladase a barrios porteños cercanos o alejados de la calle Corrientes o se movilizara por fuera del limitado circuito off a ver un
espectáculo o que un director abriera las puertas de su hogar o de su estudio. Por ejemplo, Timbre 4 (1998), un PH en el barrio de Boedo, se
constituyó en el escenario en el que Claudio Tolcachir, presentó -con años de éxitos- su espectáculo La Omisión de la Familia Coleman.
Otro caso, fue el espacio inaugurado por el dramaturgo y director Daniel Veronese, que al igual que Claudio Tolcachir compartía el pasillo con sus vecinos.
Su PH en Palermo se había transformado en 2008 en un espacio teatral que dejó de funcionar.
Más recientemente (febrero de 2010) otro dramaturgo y director Lisandro Rodríguez decidió demoler algunas paredes del PH donde vive y puso en marcha su
primera sala teatral llamada La casa del hombre elefante.
Tipos de salas en el circuito independiente
Cuando nos referirnos a salas del circuito independiente en la actualidad aceptamos la siguiente tipología:
1) las salas habilitadas funcionan aglutinadas por ARTEI (Asociación Argentina del Teatro Independiente, creada en 1998); y también por fuera de la
Asociación.
2) las salas que integran el circuito llamado Off del off o el Off "reconocido" reunidas por el colectivo ESCENA (Espacios
Escénicos Autónomos, constituido en 2010, que ya han obtenido habilitación o se encuentran en una etapa previa a la regularización.
La mayoría de las salas alternativas como las del Off del off han incorporado un servicio extra a los asistentes, bar y/o restaurante,
incluyendo al espectador en una escena cercana; la diferencia es que los segundos no persiguen fines económicos con restaurante o bar, lo que puede verse
más claramente en algunos espacios alternativos de la zona del Abasto, Palermo. Un caso emblemático es El Camarín de las musas, pero el resto de las salas
del circuito alternativo pueden brindar algunos servicios mínimos previo al espectáculo, no desarrollando la doble función de gastronomía y arte.
3) los espacios que no integran ARTEI ni el colectivo teatral ESCENA, no habilitadas.
4) las fábricas recuperadas transformadas en centros culturales, entre los cuales podemos mencionar el IMPA desde el año 2003;
5) los espacios privados, entre los que encontramos PH, livings de departamentos, casas y garajes, que suelen también funcionar como espacios de talleres
de actores, dramaturgos y directores. En este caso debemos contemplar también los espectáculos que promediando o finalizando el año como cierre de curso se
presentan en los talleres privados de los maestros de teatro. Una obra que germinó en el marco de un taller de alumnos como producto de laboratorio o
experiencia puede terminar siendo un espectáculo en una sala del circuito oficial. En tal sentido, Julio Chávez (actor, director y docente) sostiene que
para que el hecho teatral suceda tiene que haber público. Tal vez sea la experiencia de mostrase ante un público la parte más importante del entrenamiento
actoral cuenta el maestro, siendo motivación para abrir periódicamente las puertas de su estudio para que alumnos y entrenador exhiban sus obras. Y dice
que "Sólo cuando se disponen de espacios como éstos, sin las exigencias de gastos ni los compromisos económicos que hay que enfrentar en teatros cuya
supervivencia depende de la taquilla, es posible producir un hecho teatral y sostenerlo". En 2003 se representó durante tres meses la creación colectiva Rancho (Una historia aparte) a sala llena. A una de las funciones asistió Kive Staiff[4]
invitado por Chávez, quien recuerda que Kive vio la obra un viernes y el lunes siguiente lo llamó para decirle que le parecía adecuada para el San Martín,
y así Rancho jugó de visitante en la Sala Cunil Cabanella http://www.juliochavez.com.ar/direccion/1.php).
6) los espacios ya citados donde se desarrolla el teatro universitario.
7) desde otro ángulo podemos mencionar el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, definido como un espacio para la creación, producción y difusión de
la cultura de la memoria y los derechos humanos. Este espacio donde funcionó el centro clandestino de detención de la ESMA fue transformado en centro
cultural desde el año 2008 y alberga las más variadas expresiones del arte y la cultura contemporánea, con actividades teatrales gratuitas para la
comunidad. Algunos espectáculos que se representaron fueron: Donde Comienza el día, de Fernando Rubio, que también estuvo en el IMPA; Antígona Furiosa de Griselda Gambaro, con dirección de Teresa Sarrail y Sandra Torlucci; Yepeto (segunda versión) de Roberto Cossa y
dirección de Jorge Graciosi, producción en conjunto con el Teatro Nacional Cervantes; Ofensa, obra dirigida por Marcelo Velázquez.
Podemos comprobar la circulación de dramaturgos, directores y actores del circuito independiente en los centros culturales mencionados.
Existieron amenazas de clausura de los espacios no habilitados. Algunos espacios que integran el circuito Off del off están en forma
permanente con amenazas de cierre, porque no reúnen las condiciones exigidas por el municipio. Y del mismo modo los centro culturales de las fábricas
recuperadas. A modo de anécdotas citamos a continuación dos experiencias, uno es el ya mencionado centro cultural que funciona en el IMPA y otro, el Centro
Cultural Club Defensores de Bravard. Bajo el siguiente título se publicó el 21de abril de 2011 en el Diario Z de la ciudad de Buenos Aires:
IMPA: Paren de desalojar
La fábrica recuperada resiste el embate judicial con una vigilia cultural.
Los trabajadores de la fábrica recuperada IMPA comenzarán una vigilia cultural a
partir del lunes 25, y hasta que se les garantice que no habrá peligro de un posible
desalojo. Darán curso a las actividades educativas y culturales de siempre en la
puerta del edificio: talleres, clases abiertas del bachillerato popular a partir de las
18 y un sinfín de organizaciones mudarán sus actividades allí como gesto solidario.
De hecho, ya está armada la grilla de películas que se proyectarán en el playón. Y
también se montará una carpa en la entrada de Querandíes 4250, Almagro, para
informar a los vecinos sobre la situación.
Durante 2010 ocurría algo similar con el Centro Cultural Club Defensores de Bravard, cofundado por Matías Feldman y aglutinado en ESCENA (Espacios
Escénicos Autónomos): en un mail (01/10/2010) se anuncia la última función de la obra de teatro Reflejos, con dramaturgia y dirección de Matías
Feldman debido al acoso municipal en contra de los espacios culturales alternativos. En síntesis, a excepción de las salas habilitadas y que se enmarcan
dentro de las reglamentaciones técnicas para ser consideradas independientes y El Galpón de Catalinas, las restantes se encuentran en una situación que no
les permite acceder a subsidios, obtener derechos de autor, publicar en cartelera y, por lo tanto, convocar a otros públicos más allá del circuito próximo.
Cabe destacar que las salas del circuito independiente porteño reciben una cantidad de público que oscila entre 20, 30, 40, 70, 100 personas por función.
La tipología presentaba en los párrafos anteriores es difusa y sólo sirve a fines de esclarecer mínimamente la complejidad del mapa teatral alternativo
porteño. Por otra parte, los realizadores muchas veces circulan libremente por estos diferentes espacios, sin estar necesariamente vinculados a una sala en
particular.
Desde la evolución del espacio escénico podemos decir que el teatro al igual que las otras artes se ha reinventado en forma permanente a lo largo de los
siglos, desde los griegos hasta la actualidad. Como prueba de esta transformación podemos observar estos desplazamientos en la escena teatral porteña con
la proliferación de las nuevas salas.
Arthur Miller decía:
El teatro es el arte de la transformación del espectador, como fenómeno teatral
transmite ideologías, sensibiliza, provoca, pone en crisis, interroga. Siempre y
cuando sea desde una propuesta estética y no desde el discurso propagandístico de izquierda o derecha, comunista o capitalista. El teatro no puede
desaparecer porque es el único arte donde la humanidad se enfrenta a sí misma.
¿Podemos hablar de teatro independiente en la actualidad?
En la página del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, encontramos publicado con fecha 03 de marzo de 2005 el proyecto de ley en el que se describen las
características técnicas de una nueva normativa para las salas independientes, con el objetivo de regular el funcionamiento de las salas del circuito y
promover la creación de una línea de subsidios para el financiamiento de obras que se presentan en el circuito.
Los resultados fueron presentados ante distintas entidades como Asociación Argentina de Actores (AAA), Asociación de Teatro Independiente (ATI) y la
Asociación Argentina de Teatro Independiente (ARTEI), las cuales participaron junto a las autoridades de la Secretaría de Cultura de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.
Brenda Berstein y Héctor Schargorodsky expresan, respecto del circuito alternativo, que no existen históricamente registros consolidados sobre su
actividad, y solamente se encuentran datos individuales de algunas salas o grupos. La actividad de este circuito no está motivada principalmente por fines
de lucro, sino que se privilegia la búsqueda estética o la expresión personal o grupal. Aclaran que no significa que no procuren obtener la mayor difusión
o que su administración sea lo más eficiente. Los ingresos previstos no cubren los costos aunque las producciones se realizan de manera permanente, y el
número de espectáculos aumenta según puede observarse en la oferta que se publica en los medios de comunicación. (Carlos M.M. Elia, 2009, pp. 70 y 71).
Todo lo que significa el crecimiento exponencial de las salas y grupos subsidiados por el estado nos conduce a replantearnos el concepto de teatro
independiente que surgió en el año 1931 con el Teatro del Pueblo con Leónidas Barletta y que se revitaliza en 1950 con el Nuevo Teatro que fundan Alejandra
Boero y Pedro Asquini.
En consecuencia para el denominado teatro independiente, teatro alternativo, off Corrientes, under ¿seguirá siendo independiente cuando
hay una intervención estatal o habría que resignificar lo que es el teatro independiente hoy en día?
Mauricio Kartun aclara:
Un teatro es independiente en tanto mantiene una independencia creadora,
I ideológica, estética y económica. Justo, libre y soberano. Hay un teatro que de
alguna manera no responde a imposiciones de mercado. Ese es teatro
independiente.
También Mauricio Kartun se refiere a los modelos éticos generados por el teatro independiente de los años ´50 ´60, que han quedado obsoletos en el nuevo
panorama artístico. Por ejemplo, el pensamiento de que el actor no podía transitar diferentes circuitos teatrales -o que tampoco podía trabajar en
televisión-, es hoy impensable.
En este sentido expresa que el actor puede hacer otras cosas por fuera del teatro independiente pero que adentro de ese teatro sigue manifestándose en su
condición independiente En todo caso, lo que sigue manifestando es un término hoy algo fuera de moda pero que para Kartun sigue manteniendo la misma
energía, a pesar de que hoy hasta podría usárselo paródicamente, que es el concepto de "por amor al arte".
El concepto "por amor al arte" ha sido vapuleado dice Kartun, pero puede ser rescatado.
En todo caso porque el amor, la pasión es algo que arrastra de una manera casi
inconsciente o en todo caso, consciente, pero irremediable. Este acto irremediable
de amor que te lleva a la creación desprendida de otra cosa que no sea esa pasión
creadora, que luego los psicólogos se encargarán de explicarte cuál es la proporción de narcisismo. Esto es propio de todo artista. Pero este amor al arte
es el que hace que tanta gente esté probando, que tanta gente esté en riesgo, que tanta gente esté experimentando.
Daniel Veronese considera que el concepto de teatro independiente define un campo preciso dentro de las prácticas teatrales. Reafirma que somos
independientes de los requerimientos del afuera. Lo mismo se hace teatro con o sin dinero. Lo cual no significa que no se necesite el dinero y que
obviamente sería muy bueno que los actores cobrasen por su trabajo. También debemos mencionar que Daniel Veronese es uno de los directores legitimados por
el mercado y que transita los tres circuitos principales aunque ahora está más dedicado al teatro comercial.
En el teatro comercial los directores tienen condicionamientos a diferencia de la libertad de ser el dueño de su propio proyecto como ocurre en el teatro
independiente. Veronese dice que cuando es convocado para dirigir en el circuito comercial tiene límites pero aclara:
Tengo actores consensuados, por lo general. Y trabajo con productores que tienen
cierto espíritu artístico y que no quieren la televisión metida en el teatro y cualquier
cosa. Buscan obras que sean inteligentes, buscan actores que sean buenos actores.
Pero a veces me dicen: "No, necesitamos alguien que levante la cartelera". Dentro
de eso trato de elegir a los que más me gustan. Ahora, dentro del escenario hago lo
que quiero. Nadie me dice: "Che, acá esto tiene que tener otro...". Confían en mí.
Pero no es lo mismo ese teatro en ese sentido: la producción no es mía. Yo no digo
cuánto va a salir la entrada ni cuánto tiempo va a estar en cartel, ni cómo es la
campaña publicitaria. A mí me contratan como director.
Para Marcelo Minnino habría que definir primero qué es teatro independiente ya que hoy se ha extendido la denominación a un conjunto heterogéneo de
producciones. Por otra parte, cree que cuando surgió el término claramente lo que se estaba planteando era una independencia política o ideológica. El
hecho de que se reciben subsidios del Municipio o del estado o de alguna fundación no impide que se pueda seguir llamando teatro independiente. Considera
que si hay que ponerle términos al teatro, es importante que estos sean dinámicos, porque la sociedad es dinámica. Es imposible pensar que algo va a ser
teatro independiente al igual que era en los ´80, al igual que era en los ´60. Y le parece que uno es independiente en el sentido de que está haciendo, con
el grupo de gente que eligió, aquello que quiere decir.
Emilio García Wehbi reconoce que por la edad en la que comenzó su actividad teatral no sabe cómo se conformaba el teatro independiente cuando se lo llamaba
como tal en la década del ´60. Cree que el teatro independiente podía ser más o menos independiente en términos de producción, pero no era independiente en
términos ideológicos ni en términos de producción de ideas. Desde la recuperación de la democracia en adelante, el teatro independiente, en realidad,
siempre estuvo de una u otra forma apoyado por diferentes modelos de producción mixta. Desde la Fundación Antorchas a las coproducciones del Teatro San
Martín. El sistema de coproducción que hacía el Teatro San Martín hasta que se inventó Proteatro era apoyar a diferentes grupos y producciones del circuito
independiente con un soporte que hacía posible, con una buena cantidad de dinero, una producción interesante. Eso fue absorbido por Proteatro y, tanto
Proteatro como el Instituto Nacional del Teatro, tuvieron unas políticas que Wehbi considera absolutamente demagógicas, que es lo contrario a la calidad
del teatro y que favoreció la proliferación indiscriminada de teatro que no le interesa a nadie, que no sirve para nada y que no incide en forma real,
enfatiza Wehbi.
Fernando Rubio dice que hay un montón de gente que se nombra independiente por obligación, no por decisión propia, que si una empresa le pone dinero para
la producción de su obra aceptarían, dejando con todas las ganas de ser independiente, más allá de que quizás ideológicamente esa empresa no tenga ninguna
relación con el teatro que hace. Entonces para él hubo un teatro independiente que tuvo una ideología y tuvo una decisión sobre cómo, qué y dónde hacer
teatro.
Consideramos que la experimentación de los jóvenes artistas tanto en el circuito alternativo como en el off del off es buscar nuevas
estéticas y técnicas de entrenamiento actoral realizando funciones una o dos veces por semana.
Los Coleman
de Claudio Tolcachir instaló el tema "las familias disfuncionales" y "el efecto fotocopia". Algunos consideran que se instaló la repetición en el
resto de las producciones y que los espacios -galpones, ferreterías, talleres, carpinterías, casas antiguas recicladas han sido refuncionalizados para el
quehacer teatral y que, en cierta manera, condicionan los modos estéticos en la teatralidad. No obstante, consideramos que también una buena parte de los
directores trabajan a partir de estos rasgos y los
transforman para que suceda algo diferente.
Las declaraciones de los autores citados son parte de las entrevistas que les hice en el transcurso de la investigación.
Bibliografía
Elia, Carlos M. M.: (Recopilación), La economía del espectáculo: una comparación.
Internacional, CG
Cuadernos Gescénic, Herramientas de gestión escénica. Primera
edición, 2009.
García Canclini, Néstor: La producción simbólica. Teoría y método en sociología del
arte.
México, Siglo XXI, 1988.
Rancierè, Jacques: El espectador emancipado. Bordes Manantial, Buenos Aires,
2010.
Rapetti, Sandra: El problema del financiamiento de la cultura: una aproximación a
partir del estudio de casos,
En www.administracionespectaculos.com/
Taquechel Larramendi, Isabel: Sociología teatral y acción promotora del teatro,
Universidad de Oriente, Santiago de Cuba, CUBA, 2002.
[1]
Este artículo se basa en una parte de mi tesis de Maestría en Sociología de la Cultura y el Análisis Cultural "Condiciones de producción del
fenómeno emergente de la ´Nueva Dramaturgia y de su relación con el crecimiento del número de salas en el circuito independiente en la ciudad de
Buenos Aires (1990-2010)".
[2]
La AADET es una asociación civil, fundada en Buenos Aires con la denominación originaria de
Sociedad Argentina de Empresarios Teatrales (SADET), el 24 de septiembre de 1918, que desde
entonces reúne a todos aquellos empresarios teatrales (productores de compañías o espectáculos y
dueños de sala) que deseen trabajar en conjunto para un mayor desarrollo de la actividad teatral.
[3]
En 1996 reciben la mención por trayectoria del Premio María Guerrero y el homenaje a la
trayectoria del Premio ACE.
. El director, Adhemar Bianchi , recibió en el Festival de Río Ceballos 98, el Premio Reconocimiento
a la Trayectoria Teatral.
. El espectáculo El Parque Japonés fue nominado para el Premio ACE.
. En 1998 reciben el Premio Siglo XXI, mención especial por el rescate de la historia y las tradiciones
populares, otorgado por la Revista GETEA, de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de
Buenos Aires.
. En 1999, la Mención Premio Pepino el 88, para el bienio 1997/1998. También reciben el Premio
Especial Florencio Sánchez 1999, el Premio Podestá, Mención Especial, otorgado por la Sociedad
Argentina de Actores,
. En el año 2000, la Mención Especial Premios Konex 2001 para la década 1991-2000,
. En el año 2002 el Premio Clarín Espectáculos 2002 para El Fulgor Argentino.
. En el año 2003 reciben el Premio Trinidad Guevara a la producción teatral.
[4]
Kive Staiff (ex director de Teatro San Martín)