ROCKYPOESÍA: notas sobre La Velada del Año en Córdoba
Leonel Matías Gutiérrez (UNC)
Título del espectáculo: ROCKYPOESÍA: La Velada del Año (3.ª edición)
Proyecto: Les Amorosos
Dirección artística: Lola Dolores Nieva
Escenografía y diseño lumínico: Rodri Brunelli
Sonido: Manu Collado
Fotografía: Eze Luque y Leo Brunelli
Prensa y difusión: Fede Chueco Albarracín
Producción: El Servicio Postal
Apoyo y feria de libros: Caballo Negro Editora
En escena: Chacho Marzetti, Lola Dolores, Claudia Huergo, Alba Lunari, Zezé López, Pepe Parolini y Mauri Candussi
Banda: Beso Relámpago (Negra Marta Rodríguez, Juli Baravalle, Iñaki Ruibal, Gabi Merlo)
Invitado especial: Mariano Blatt
Asistencia técnica: Carodeculo y Luis Ramírez
Espacio: Studio Theater, Córdoba
El sábado 31 de mayo de 2025, el Studio Theater de Córdoba se transformó en un estadio de boxeo para recibir la tercera edición de ROCKYPOESÍA: La Velada del Año, un espectáculo que se define como concierto poético-teatral disfrazado de pelea de boxeo. La propuesta del colectivo Les Amorosos, dirigida artísticamente por Lola Dolores Nieva, retoma la saga iniciada en 2023 e inspirada en el imaginario de Rocky, con el desafío de fundir poesía, música y teatralidad en un mismo ring.
Lejos de los parámetros de la dramaturgia convencional, ROCKYPOESÍA apuesta por un formato híbrido que combina el ritual pugilístico con la intensidad de la palabra. La estructura de la velada reproduce los códigos de una pelea: asaltos sucesivos, presentaciones rimbombantes, luces que recuerdan a un combate estelar, una escenografía diseñada por Rodri Brunelli para emular un estadio y la participación activa de una banda en vivo, Beso Relámpago. Sin embargo, lo que aquí se enfrenta no son cuerpos en lucha sino lectores y poetas de Córdoba, que intercambian versos con la misma adrenalina que un jab o un cross de izquierda.
El efecto es potente: el público vive la poesía como si asistiera a un combate deportivo. Hay gritos, aplausos, emoción de tribuna. La puesta teatraliza la experiencia poética sin necesidad de personajes o trama dramática, desplazando al teatro hacia la frontera con la performance y el recital. Cada round es un acto escénico autónomo donde se alternan registros: la voz íntima de Claudia Huergo, la expresividad de Alba Lunari, la energía de Zezé López o la cadencia de Chacho Marzetti y Lola Dolores. La velada también sumó a Mariano Blatt como invitado especial, reforzando el cruce entre la escena cordobesa y el panorama nacional de la poesía contemporánea.
En esta edición, la feria de libros de Caballo Negro Editora amplió el horizonte del evento hacia el campo editorial, reforzando la idea de que se trata de un espacio de circulación cultural múltiple: la poesía se lee, se escucha, se performa, se baila y también se compra en catálogo con descuentos especiales. El público se encontró así con un combo poco habitual: concierto, poesía, dramaturgia expandida y feria literaria, todo en el marco de una “noche de boxeo”.
La teatralidad de ROCKYPOESÍA no descansa en un guion ni en la construcción de personajes, sino en la puesta en escena de la poesía como combate. La pregunta que subyace es si este tipo de experiencias forman parte del teatro o si lo exceden. Desde esta perspectiva, la obra funciona como un dispositivo escénico contemporáneo que desplaza los límites de lo teatral hacia un campo intermedial donde la literatura, la música y el deporte se contaminan mutuamente.
El valor de la propuesta no se limita a su originalidad formal. En un contexto cultural atravesado por la precarización y los discursos oficiales que desestiman el valor del arte, reunir a un público joven y numeroso en torno a la palabra poética es, de por sí, un gesto político. La Velada del Año consagra la poesía como un acontecimiento colectivo, capaz de apropiarse de un escenario donde alguna vez cantó Carlos Gardel y, al mismo tiempo, reinventar la tradición local de experimentación cultural cordobesa.
La poesía, en esta velada, no es solo literatura: es sudor, luces, ring y comunidad. Y ese corrimiento escénico la vuelve teatro en su forma más expandida, donde lo importante no es la victoria de un contendiente, sino la permanencia de la palabra como acto de resistencia.