- Empezaste temprano a dirigir teatro. Cuando hiciste Cachetazo de campo eras muy joven
-
Sí, tenía veintidós, veintitrés años.
- Se puede decir que empezaste a actuar y a dirigir casi al mismo tiempo.
- Sí, casi al mismo tiempo. Empecé a actuar a los dieciséis años pero siempre sentí como algo mío la actuación, la
dirección, la dramaturgia. Cuando empecé, en grupo, todos hacíamos todas las actividades. Actuaba lo que había escrito e
intervenía en la dirección también. Siempre los lugares estaban claramente unidos. Después dejé de actuar cuando empecé
exclusivamente a dirigir y para mí la escritura y la dirección van unidas. No tengo textos que hayan dirigido otros, salvo Ex Antuán
Nunca dirigí textos de otros.
- Pero en algún momento estudiaste dramaturgia. ¿Por qué lo hiciste? ¿Te interesaba la escritura?
- Sí, sí, me interesaba la escritura.
-
Si pensamos en Cachetazo de campo, vos ponés el personaje de El Campo que es un personaje insólito, que rompe con todo concepto de realidad y
si pasamos de esta obra a Yo y el futuro la ruptura es fuerte. En Cachetazo todavía seguís alguna regla a pesar de las características
de los personajes. No conozco el texto de Yo y el futuro ni el de Las multitudes pero la puesta hace vislumbrar un texto muy distinto.
- Las multitudes es una obra más relacionada con la primera época: sentarme a escribir y después ensayar. Es una obra que
escribí y después se modificó mucho. En los ensayos aparece la realidad del texto. Yo la relaciono con Cachetazo y 1500 metros sobre el nivel de Jack. Las multitudes también la escribí antes. Pero todas las obras fueron
modificadas por los ensayos. En Yo en el futuro es otra la experiencia. No hay un texto previo, el texto se construyó en los ensayos y estaba
muy relacionado con la filmación. Es difícil leer Yo en el futuro y poder entender qué sucedió. Yo publiqué los textos
hace cinco años por la editorial Adriana Hidalgo. El libro se llama Registros y para mí los textos son eso, registros. Están los
textos de las obras, fotos, comentarios sobre las obras, otros textos que escribí. Pensé que era una forma de acceder al material desde distintos
soportes. Pero también creo que son textos que no van a dar cuenta de la totalidad de la obra.
- Nunca van a dar cuenta de esa totalidad porque el teatro tiene eso, es arte vivo.
- Sí, pero hay textos que tienen autonomía en el sentido de que fueron escritos independientemente de una puesta.
-
Sí, hay textos que son autónomos, que tienen una entidad como literatura. El texto siempre es literatura. Otra cosa que me llama la
atención en lo que vos hacés es que cada obra es absolutamente distinta de la anterior. Lo atractivo de tu teatro es que todo es distinto.
- Sí, por ahí hay algún punto. Lo que me atrae de una nueva obra es que es un proceso que nunca transité, que es algo diferente para
mí. Yo parto de una imagen o de una serie de ideas y no sé dónde voy a terminar. Y la sensación es que empiezo de cero, que estoy en un
terreno nuevo. Yo encuentro algunas relaciones en esto de trabajar con actores distintos entre sí, con gente diferente, de diferentes escuelas de
teatro, de formas de mirar la vida. Puede ser un niño de diez años y una señora de ochenta y que esa variedad se encuentre en un mismo
lugar, que todos estén tocando la misma melodía. Diferentes miradas que dialogan y que juntas trascienden a esas miradas. Yo siempre pienso que
la obra es mucho más inteligente que la gente que la hace. Se realiza algo y eso tiene autonomía. Se intenta atraparlo pero está en
movimiento porque es una mezcla de todos, de los actores, de los asistentes, mía. Es la resultante de todas esas miradas. Yo la pienso como un
organismo vivo que uno tiene que acompañar y entender independientemente de lo que se quiere que le pase a la obra. También hay algo muy concreto
con el público. Yo veía ahora con las funciones de Las Multitudes que el público incidía mucho en la obra. Los actores reciben
un estímulo y modifican su trabajo en función de eso. Hay un diálogo permanente entre el director, los actores y el público.
-
¿Las Multitudes fue un pedido del Teatro Argentino Centro de Experimentación y Creación (TACEC) de La Plata? ¿O vos lo propusiste?
- En una conversación con Martín Bauer le hablé del proyecto, se entusiasmó y me propuso hacerla allí. Nosotros íbamos a
volver a hacer Cachetazo de campo. Empezamos a ensayar esta obra y la queríamos hacer ahí en el TACEC, estrenarla en ese lugar y
después hacerla acá, en mi estudio pero no se terminó de realizar el proyecto aunque a mí me entusiasmaba la idea. Habían pasado
quince años del estreno, estábamos entusiasmados pero finalmente no se hizo.
- ¿Con los mismos actores?
- Sí, sí, todo lo mismo. Era una réplica de la obra. Era un proyecto con el TACEC pero cuando no se hizo yo le conté a Martín el
proyecto de Las Multitudes y se entusiasmó.
-
Vos hablás de una repetición de Cachetazo pero no iba a ser repetición. Todos tenían quince años más, habían hecho
otras experiencias en el medio, había que ver qué pasaba.
- A me interesaba eso. La disposición era repetir. Veíamos el video de la obra para que fuera igual y nunca iba a ser igual. Llegamos a hacer una
pasada general.
- Y de allí te fuiste a ciento veinte actores, a algo absolutamente opuesto
- Lo de Las Multitudes es una idea que quiero realizar desde hace más de diez años. Antes yo pensaba que era una experiencia con muchos
actores en escena e imaginaba que iba a escribir con las realizaciones de los actores. Hice dos encuentros en el Konex hace dos o tres años con ciento
veinte actores que convoqué y a partir de esas pruebas empecé a escribir la obra. Nunca imaginé que iba a escribir una obra para tanta
cantidad de actores, algo diferente a la experiencia con ciento veinte actores empezando a probar distintas cosas. Y allí empecé a imaginar una
ficción, una historia que fue lo que hizo que el proyecto se terminara realizando, más allá de que en otro momento me pareció muy
difícil llevarlo a cabo por una cuestión económica, organizativa.
- Vos tenés cierta habilidad para solucionar la cuestión económica. Ahora te vas a Berlín para poner la obra allá
- En realidad a mí me superó lo que pasó con ese grupo de Las Multitudes. Fue algo increíble lo que ocurrió con él.
Ciento veinte personas, la mayoría están desde el principio, juntándonos en el mismo lugar durante un año, gente de distintos barrios
de la capital, de lugares de la provincia reuniéndonos por el mismo proyecto. Yo creo que la obra es eso, la comunidad que se armó durante un
año y que sigue funcionando: los ancianos se hicieron amigos entre sí, los adolescentes también. Se organizó como un universo de
relaciones y eso fue fundamental para que la gente siguiera viniendo. Más allá del deseo de hacer la obra había algo que nos reunía y
tenía que ver con el grupo trabajando por un mismo objetivo.
- ¿De los ciento veinte del Konex quedaron muchos para la realización final?
- El tema es que cuando convoqué en el Konex quería escribir algo y que fuera como el catálogo de la humanidad: niños, adolescentes,
jóvenes, adultos, ancianos. En esa primera convocatoria había adolescentes, jóvenes y ancianos, no había niños. Y quedaron algunos
del Konex. Sí, sí quedaron del Konex en el grupo actual
- ¿Y cómo fue lo de Alemania? ¿Te vinieron a ver, te convocaron?
- Con la directora del Festival de Bruselas, del Kunsten, nos conocemos desde el 99. Ella vio acá 1500 metros sobre el nivel de Jack y a partir de allí hubo una relación. Coprodujo las películas Estrellas y Todo juntos, la
obra El adolescente, me invitó a los Kunsten y ella ahora dirige por primera vez este Festival de Berlín e invitó Las Multitudes
- Y vas a hacerla con actores de allá.
- En realidad viajan trece actores de acá y convocamos ciento siete de allá. Ya están haciendo el casting y ahora me voy a verlos. Lo
sorprendente es que del grupo de acá hay diez o doce que se están yendo por propia voluntad. A mí esto me sorprende. Nunca lo ofrecimos
porque no teníamos la posibilidad económica. De cada grupo viajan dos (dos ancianas, dos nenas, dos jóvenes, dos adultos)
-¿Los vas a incorporar?
-Sí, claro. Van a estar allá. A mí me parece increíble esto. Así que de acá van a ser veinticinco actores con un enorme
entusiasmo por el proyecto. Mi deseo hubiese sido que viajemos todos. Me encantaría que hubiésemos podido presentar la obra con el elenco de
acá. También me entusiasma porque es una experiencia nueva para mí trabajar con actores de allá, nunca lo hice. Y además ese
intercambio de actores argentinos con actores alemanes. Es interesante eso.
-Vuelve a ser una experiencia. Todo. Incluso que el casting te lo estén haciendo.
-Sí, va a ser una experiencia. Son dos semanas intensivas de ensayos y después tres funciones.
-Tuviste repercusión afuera con las otras obras.
-Sí, lo que ocurre con los festivales afuera es que más que una obra les interesa un artista, ver la continuidad de un trabajo en el tiempo. En
el Kunsten presenté casi todas las obras, en el de Berlín también
-¿Cómo es la recepción de las obras en estos Festivales?
-Las obras se presentan con subtítulos en alemán. Es un público de festivales, habituado a ver obras de otros países. En la
recepción no veo tanta diferencia con la de acá. El humor se capta y pueden conectar los hechos, no de la misma manera de acá pero no hay
una gran diferencia.
-¿Cómo ves el teatro actual de Buenos Aires?
-Sigo viendo singularidades. Veo actores muy buenos. Es un teatro que gira mucho en torno a la dramaturgia, hay un trabajo escénico que quizá no
está tan explotado porque está más centrado en la dramaturgia. Pero a mí lo que me parece interesante de Buenos Aires es que, a
diferencia de lo que ocurre afuera, existe la combinación, la mezcla: un director que se pone a actuar, un autor que se pone a dirigir. Hay una manera
de trabajar alrededor de un proyecto independientemente de dónde se va a estrenar. Si querés lo que predomina es la parte romántica del
teatro. Vas afuera y un grupo se conforma si saben dónde van a estrenar, cuánto dinero van a ganar, van a ensayar cinco semanas como mucho. La
idea de un proyecto de investigación, de creación a largo plazo…, no hay muchos lugares donde eso siga sucediendo, salvo algunas
compañías importantes.