IUNA
 
 
número 6 | Octubre 2010
dossier. Arte y teatro relacional
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Entrevista a Fernando Rubio

por Julia Elena Sagaseta
  • ¿Cómo fue tu iniciación artística?

Mi  iniciación fue como actor, después estudié dramaturgia y posteriormente dirección. Con quien más estudié actuación fue con Norman Briski, con él estuve también durante seis años en el grupo Brazo Largo. Con Norman fue un gran aprendizaje no sólo de actuación y dirección sino también de vida, por los lugares donde fuimos, por las cosas que investigamos. Al mismo tiempo empecé a estudiar dramaturgia, primero con Marcelo Bertuccio, después con Veronese y Tantanián, con Kartum, hice seminarios de puesta en escena con Szuchmacher en el Rojas y por último hice la carrera de Dramaturgia en la EMAD. Todo esto ligado a experiencias previas con las artes visuales a partir de un tío mío que es escultor, grabador y pintor, Juan José Cartazo. Desde muy chico me trasmitió enseñanzas sobre color, grabado, así que mi primer vínculo fue con las artes visuales y después fue mi decisión de vincularme al teatro.

  • En teatro en lo que más te formaste fue en dramaturgia

Sí, porque empecé a tener la idea de autor y no sólo desde la escritura sino también a sostener la concepción de ideas. Y esto se daba por las búsquedas y vínculos con las artes visuales. De ahí la idea del teatro no pensado únicamente como la presentación en una sala sino como búsqueda de teatralidad o de situaciones o de acontecimientos vinculados a diferentes espacios y posibilidades de presentación y temporalidades. Siempre me interesó escribir y desarrollar conceptos e ideas. Tuve la suerte de estar con grandes maestros, algunos de estéticas muy disímiles. Pavlovsky, por ejemplo, ha sido un gran maestro para mí. 

  • ¿Cómo te conectaste con el arte conceptual, con la intervenciones, con las performances?

En principio fueron las lecturas, mucha investigación y cierto vínculo con gente de las artes visuales. Leer a Guy Debord, La sociedad del espectáculo, los textos de la Internacional Situacionista que habla de un actor-espectador como constructor de situaciones, fue algo que influyó muy fuertemente en mí.

  • Es increíble la relectura actual de Guy Debord, cómo se lo ha reflotado y  se vuelve a hablar de él.

Encontré a mucha gente de la arquitectura que investiga a Guy Debord, muy ligada a arquitectos que investigan las artes visuales. Pero en el teatro los dramaturgos, los directores no tienen mucho conocimiento de Debord. Hay algo que me interesa mucho con lo conceptual, ¿qué es lo que estamos construyendo? Debord y Deleuze fueron fundamentales para mí.

  • ¿Cómo aparece la necesidad del vínculo más cercano con el espectador?

Se me hizo muy precisa esa necesidad así como en las obras vivir acontecimientos y no funciones de teatro, la necesidad de estar cerca del espectador. La génesis fue sentir dónde tenía que estar el cuerpo del actor y el cuerpo del espectador. Hablar mirando a los ojos.

  • En Palabra Girondo hiciste una intervención que tomaba todo el edificio de la Biblioteca Nacional.

Creo que le hubiera gustado a Girondo. En todos lados, incluidos los baños, había versos de Girondo. La obra empezó a formar parte de la vida de los que estaban allí adentro.

  • Sos muy joven y tenés mucho reconocimiento. Hacer esta intervención en la Biblioteca Nacional para el homenaje a Girondo fue muy importante. ¿Cómo se ve la variedad de enfoques de tu obra?

A veces se provoca una dificultad por encuadrar lo que estoy haciendo pero creo que esa dificultad le dio una identidad a mi trabajo que fue valorizado por personas que decidieron investigarlo o escribir sobre ello como Horacio González.

  • Hay poca gente que relaciona el teatro y las artes visuales

Muy poca. Me parece que también hay muy poca apertura de la posibilidad de hacerlo. En los niveles de enseñanza se circunscribe a las posibilidades de "Yo hago teatro y esto es teatro" ¿Y qué pasa si mañana una obra no está encuadrada en el teatro? ¿No la voy a hacer porque soy teatrista? ¿Decido yo o decide la obra? Los parámetros los da la obra. ¿A qué hago depender mi obra? ¿A que la tengo que hacer en una sala y que entren cien personas y que venga la crítica? ¿Y si la obra la tienen que ver dos? Cuando yo hice el proyecto ¿Qué fue lo más bello que hiciste en tu vida", le preguntaba a una persona, le sacaba una foto, para mí el momento más alto de creación que tuvo no fue el libro que publicó Interzona, ni la presentación del libro en el MALBA, ni lo que escribió Tato Pavlovsky sobre el libro, lo más profundo y alto de la instancia de creación fue el momento en que yo me encontraba con cada persona y me contaba su historia y no nos veía nadie. Estábamos nosotros dos, nadie más era testigo de eso. Experiencialmente no hubo otro momento más alto para mí. Esa obra fue la que hizo devenir Un niño ha muerto. A partir de ahí yo tomo eso como estructura, como procedimiento para escribir Un niño ha muerto. 

  • Entre esos poquísimos que hacen teatro y arte ¿podrías nombrar alguno que destacás?

Bueno, en Argentina, Emilio García Wehbi es uno de los pocos y él tiene realmente un gran interés en la investigación y en el desarrollo del pensamiento sobre eso. De pronto aparece una obra pero no hay gente que haya construido su obra en torno a eso.

  • Ana Alvarado investiga mucho en teatro, arte y nuevas tecnologías

A mí me interesa mucho lo que hace Ana. Emilio y Ana son El Periférico. Veronese tomó otro camino.

  • Pero hay muy poca gente en esta búsqueda. Entre la gente joven no encuentro a nadie

Allí aparece un aspecto crítico que me parece interesante para pensar dónde estamos parados los teatristas que tiene que ver con los parámetros de moda o los parámetros de repeticiones de fórmulas que pueden ser exitosas o eficaces y qué es lo que vale en gran detrimentro con la honestidad de la obra. Si yo creo que tal obra la tengo que hacer una sola vez o Emilio haciendo los Mataderos o yo mismo con mi propuesta fotográfica que no la ve nadie ¿qué es lo importante? Lo importante es lo que se desprende de la propia obra, no lo que necesito es estar tres meses en el teatro, de modo que me vea todo el ambiente y mañana me den el premio tal. Eso no es la obra. Si yo no respondo con seriedad y rigor a lo que la obra manda lo que estoy haciendo es responder a un sistema que no es el sistema de la obra. La obra está antes que yo y después que yo. Yo soy el instrumento para que eso suceda.

  • ¿Y del exterior también tenés algunos modelos?

Si tengo que hablar de los que me han influido nombro a la Internacional Situacionista pero también muchos artistas como Sophie Calle, como Ilya Kabakov, como Boltanski, como el land art que yo investigué bastante. Un niño muerto estuvo muy influido por el land art. Lo que plantea Guy Debord con la psico geografía, el espectador como constructor de una situación, rompiendo la estructura espectacular para generar un acontecimiento y el land art para buscar una resignificación de ese espacio conocido o establecido por tales parámetros y el espectador yendo a ver ese campo florido que en el medio tiene pozo que parece un foso. Y de pronto de un campo florido paso a ver ¿qué? una tumba, la imaginación empieza a brotar. Yo creo que hay muchos colectivos que me han influido, sobre todo artistas visuales del exterior. Y también el pensamiento deleuziano. Yo puedo ser un director, puedo ser un hombre que desarrolla parámetros, ideas pero cuanto más eficaz sea la obra tendrá su verdadero espacio y yo me olvidaré de mis preconceptos. La obra manda. La obra es.

 
 
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