Al recorrer las páginas de este libro, el lector advertirá que su contenido excede lo que anuncia su título, ya que consiste en un exhaustivo y
apasionante análisis histórico y conceptual de las prácticas y representaciones relativas a lo cadavérico.
En la Primera parte, la autora ahonda en una problemática muy poco abordada, ofreciendo una nutrida documentación desde la Antigüedad (haciendo
especial foco en la tragedia ateniense) hasta la Edad Media, muy prolífica en este aspecto, a través de las diversas formulaciones del memento mori. En la Segunda parte, aborda la primera modernidad, con especial detenimiento en la imagen escénica de la pila de cadáveres,
cuyo clásico ejemplo es el Hamlet de Shakespeare, estableciendo una vinculación de origen benjaminiano con el Trauerspiel, el drama "de
duelo" del barroco alemán, y las variaciones que sufre el tratamiento de la muerte y del cadáver hasta la modernidad tardía.
La Tercera parte, enriquecida en su consideración por las que la anteceden, nos sitúa en Argentina a finales del siglo XX, atravesada por el
silenciamiento emanado desde la violencia política del terrorismo de estado. Así, Antígona furiosa (1986) de Griselda Gambaro, será considerado
un exponente emblemático de la resistencia cultural a la dictadura En los apartados siguientes, analizará el tratamiento de esta problemática en el
teatro de los años noventa, a través del dramaturgo y director Alejandro Tantanián; en la plástica, en la obra de Carlos Alonso, en el uso de la
metáfora de la carnicería y el matadero; de Norberto Gómez, en su obra del período 1978-2000, especialmente en el tratamiento de las parrillas y el
asado; de la artista cordobesa Hilda Zagaglia, atravesada por los imaginarios americano, colonial español y occidental moderno.
Por último, la irrupción de la tecnología en la representación audiovisual del cadáver será el eje de lectura de la obra de Marcello Mercado, en la
práctica artística del video arte, que incluye animaciones, sonidos corporales, imágenes documentales, entre otros materiales, para trasparentar, entre
otras problemáticas, la crisis de representatividad política de la sociedad argentina de los años ochenta y noventa, o los disciplinamientos del cuerpo
en la sociedad moderna. Así, el memento mori resulta, según la autora, reemplazado por un memento cadaveris bajo la forma de la
presentación tecnológica.
El volumen se completa con imágenes de las obras citadas y un abundante cuerpo bibliográfico, que lo convierte en trabajo ineludible para seguir
explorando en una temática que nos afecta desde un plano vivencial, estético y político.