Qué me has hecho, vida mía.
Dramaturgia: Marcelo Pitrola, Maria Merlino, Diego Lerman
Investigación: María Merlino, Marcelo Pitrola
Elenco: María Merlino y Joaquin Segade.
Iluminación: Fernanda Balcells
Realización de efectos sonoros: Joaquín Segade
Música y arreglos: Rafael Varela
Vestuario: Valentina Bari
Asistente de Vestuario: Cecilia Turnes
Voz en off: Osmar Nuñez
Coreografía: Leticia Mazur
Escenografía: "Flor de un día"
Dirección: Diego Lerman
"La Carpintería Teatro"
Jean Jaures 858
En el año 2008 con el espectáculo Nada del amor me produce envidia se descubrió a un equipo creativo integrado por Santiago Loza
(autor), Diego Lerman (director) y María Merlino (intérprete). Esa propuesta recorrió no sólo el país sino que conquistó
festivales internacionales. Ese "melodrama musical" proponía un enfrentamiento por causas ya no política entre Eva Perón y Libertad
Lamarque. Una simple costurera de barrio quedaba en el centro del conflicto y lo representaba a través de temas musicales de la década del 30.
Ahora, Qué me has hecho, vida mía es el título del nuevo espectáculo del grupo "Flor de un día", el que es clasificado
por ellos mismos como "melodrama radioteatral".
Propone dos espacios paralelos y sumamente delimitados. El de la ficción/representación o relato que se lleva a cabo sobre una alfombra y muy
pocos elementos, por el cual sólo caminará la actriz María Merlino. Y el otro más diluido ya que ocupa tanto el lateral derecho (del
espectador) como algo del frente de ese mismo lado, que tendrá a Joaquín Segade como absoluto protagonista. El está a cargo de la
realización de los numerosos efectos sonoros, como se hacía en décadas pasadas en los estudios de la radiofonía nacional.
La dramaturgia de Marcelo Pitrola, María Merlino y Diego Lerman demuestra un enorme respeto por la palabra. Además de evidenciar y poner en
escena cómo era el habla en aquellas décadas. Los espectadores se sentirán dentro de un túnel del tiempo, donde los vocablos desnudan
años y hoy resultan algunos hasta risibles. La música y los arreglos son de Rafael Varela, otro de los tantos lenguajes no verbales también
sumamente cuidado. Hay que subrayar desde la elección de las telas que se usaron, hasta el diseño para confeccionar el vestuario que recrea a la
perfección la época, ambas responsabilidad llevan la firma de Valentina Bari.
El espectáculo se centra en la vida y la obra de Fanny Navarro (1920-1971) enfocándola como un símbolo de las pasiones políticas
argentinas. Impulsada a papeles protagónicos en el cine y en la radio, también fue presidenta del "Ateneo Cultural Eva Perón" (1950). Se
toman algunos datos biográficos, así su relación afectiva con el hermano de la primera dama (Juan Duarte), el cambio de su situación al
morir él (1953) y la llegada de la Revolución Libertadora (1955).
La propuesta no toma partido, sino que radiografía la vida y la carrera tal vez de una de las tantas víctimas de los fanatismos nacionales. En
algunos momentos el personaje dirá que no es peronista, pero las circunstancias la empujaron a embanderase. Luego su caída, casi un
despojamiento, también se transforma en un símbolo que representa a muchos otros.
No es una obra política, aunque el tema sobrevuela constantemente y éste es uno de sus hallazgos. Hablar, mostrar, sin discursos ni barricadas.
El otro eje fundamental es cómo se llevaron estas décadas (fines de los años 30 hasta fines de los 50) sobre el escenario. El protagonismo
compartido entre la radio, (la voz en primer lugar impulsando a la imaginación) y el cine (con argumentos y figuras en muchas ocasiones cedidos por el
teatro).
Qué me has hecho, vida mía
tiene dos trabajos escénicos inolvidables. María Merlino nuevamente encara la energía, la voz y las maneras de una actriz de aquellos
tiempos. Junto a ella siguiéndola y enmarcándola con sonidos está siempre presente Joaquín Segade. Ambos conforman dos planos, ella por
momentos asume la imagen cinematográfica y él la enmarca con la sonoridad más propia de la radiofonía. Radio y cine jugando,
complementándose, entregando recursos y personajes, pero siempre buscando conquistar público. El resultado es la fascinación teatral por una
propuesta cuidada que buscó lenguajes argentinos y conflictos que parecen eternos.