La Risa de las Piedras del director, docente e investigador salteño José Luis Valenzuela constituye el segundo volumen (el primero fue Las piedras jugosas) consagrado al estudio del teatro de Paco Giménez, teatrista indisociable de la agrupación cordobesa La Cochera.

Es precisamente la categoría barbiana de "teatro de grupo" que Valenzuela se propone revisar. Para ello recorrerá teorizaciones  que tienen a Barba como uno de los ejes fundamentales -en este sentido las analogías entre ambos directores son profusas y entre los grupos que dirigen,  también- al tiempo que  incorporará otras provenientes de diversos discursos como el psicoanalítico (Freud, Lacan, Roudinesco, Miller J.-A.), el filosófico (Aristóteles, Heidegger, Nietzsche, Baudrillard, Marí, entre otros), el antropológico (Lévy-Staruss) y el propiamente teatral (Stanislavski, Kantor, Pavis, Macheret, Argüello Pitt) que justifican ampliamente la hipótesis del presente estudio, dando cuenta de los comportamientos plurales que los proyectos colectivos pueden llegar a diseñar.

La idea rectora que sustenta este ensayo radica en abordar el funcionamiento colectivo y la producción artística de La Cochera. El despliegue de la noción de trinidad, aportada a la práctica teatral por Paco Giménez como estructura profunda y entidad formal que ordena los comportamientos escénicos resulta insoslayable porque son sus trinidades  las que generan el discurso escénico a la manera de un programa narrativo -en el sentido de Greimas-. Asimismo el concepto de acto que desarrolla Valenzuela es funcional a la categoría anterior porque es el que vehiculiza el tránsito entre uno y otro estado relacionándose con la instancia productiva  de la discontinuidad.

El lugar que ocuparán los actores en este entramado es otra de las  preocupaciones del autor. Si los mismos serán objeto del deseo artístico del director o

sujetos de creación queda debidamente respondido en la serie de testimonios provistos por sus integrantes.

Valenzuela tomará el banquete platónico para poder pensar el salto de una dramaturgia literaria a una dramaturgia de la escena pero es el concepto de "dramaturgia del apostador" el más adecuado  para abordar el teatro de Giménez, cuya dimensión erótica será objeto de estudio del último tramo del volumen porque para hacer justicia al teatro de Paco Giménez -sostiene Valenzuela- sería necesario concebir la dramaturgia como el trazado del itinerario temporal, espacial y elocutorio de una relación erótica entre escena y público

La Risa de las Piedras se erige como un  texto que excede su propósito inicial porque no sólo va a dar cuenta de manera minuciosamente documentada y ampliamente justificada  de los procedimientos del director cordobés y su grupo de trabajo sino que va a servir a los teatristas en actividad y a los futuros a pensar  estrategias y operatorias que iluminan  modos posibles de ser en escena.