Dolor Exquisito
por Ana Seoane
Cuando en los escenarios comerciales
e independientes imperan los abusos sexuales y crímenes contra menores,
violaciones y otro tipo de asesinatos, García Wehbi elige la belleza. El que
siempre buscó “molestar” con una estética que movilizara y desubicara al
espectador, a través de Mataderos y otras propuestas, esta vez su
revolución estética se centró en una diferenciación de la mayoría, de la que ni
siquiera es consciente.
La misma dupla Maricel Álvarez y
Emilio García Wehbi que en el año 2005 estrenó Bambiland de la
dramaturga austríaca Elfriede Jelinek (Premio Nobel 2004) ahora eligieron
volver a los escenarios también independientes con una propuesta con algunos
rasgos afines. Despojamiento escénico, unipersonal y participación importante
de imágenes, para sumar lo que el texto dramático expresa, siempre con otra
coloratura.
Desde hace pocos meses está en
cartelera Dolor exquisito de la artista conceptual francesa
Sophie Calle. En Bambiland, Jelinek atacaba a los Estados Unidos,
criticando duramente la guerra contra Irak y la propuesta escénica de García
Wehbi coincidía con esta mirada política y la subrayaba a través de videos que
denunciaban crímenes lamentablemente siempre actuales. Ahora el tema es otra
guerra, más íntima y sexual, un hombre y una mujer, él ha dejado de quererla,
ella tiene que viajar y se produce una ruptura. El relato de este dolor se
transforma en exquisito a través de una fascinante interpretación de Maricel
Álvarez y de la mano conductora y el ojo fotográfico de García Wehbi. Antes fue
mostrar la ferocidad de la guerra, mientras que ahora con Calle propone el
desgarro del abandono amoroso. En vez de ilustrar con videos violentos y
plagados de desolación, los actuales espectadores conocerá el mundo fascinante
de Japón.
Emilio García Wehbi no es un artista
tradicional, él mismo reconoce que busca provocar en el espectador, para que
abandone su pasividad. Su recurso es presentar propuestas diferentes, aquí, en Dolor
exquisito sin agredir conjuga con potencia y maestría cada lenguaje
escénico. Diapositivas, micrófono, vestuario, objetos y por sobre todo el
imperio de la actuación despojada y plagada de matices. La única intérprete,
Maricel Alvarez, trasunta una emotividad fluida y a flor de piel consigue que
el público se interese por este mundo, donde cada objeto adquiere una
significación notable. Parece brindarle un guiño a los seguidores del Periférico
de objetos, ya que el único que comparte escenario con ella es un inmenso
muñeco blanco sentado en un sillón, metáfora de aquellos hombres silenciosos
que plagan muchas creaciones teatrales.
Los seguidores del arte actual
conocerán una de las obras de Sophie Calle, los que no sepan quién es será este
espectáculo teatral la mejor puerta de entrada a su universo inquietante. La
dupla Wehbi y Alvarez consiguen belleza y transforman a Dolor exquisito
en una experiencia notable y que invita a ser repetida. Las fracturas del
corazón se caracterizan por su universalidad, por lo cual este espectáculo más
allá de la feminidad que emana es apto para todo sexo sensible.
FICHA TÉCNICA
Sobre textos de Sophie Calle
Traducción y versión: Ricardo Ibarlucía
Idea: Maricel Alvarez y Emilio García Wehbi.
Actuación: Maricel Alvarez
Dirección y puesta en escena: Emilio García Wehbi
Actores en video: Guillermo Arengo, Blas Arrese Igor,
Pompeyo Audivert, Cristina Banegas, Gaby Ferrero, Paula Ituriza, Horacio
Marassi, Juliana Muras, Osmar Nuñez, María Onetto, Alberto Suárez y Diego
Velázquez.
Dirección de arte: Juan Lázaro
Diseño de vestuario: Martín Churba y Andrea Saltzman
Escenografía: Juan Lázaro
Diseño de Luces: Alejandro Le Roux
Música y sonido: Marcelo Martínez
Asistencia de dirección: Felicitas Luna y Juliana
Muras