IUNA
 
número 3 | septiembre 2008
información y críticas
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La noche canta sus canciones

Ana Seoane (IUNA-UBA)

Luego de algunas versiones personales sobre Anton Chéjov, el director Daniel Veronese inauguró su propio teatro con un autor hasta ahora inédito en Buenos Aires: Jon Fosse (1959). Eligió uno de los primeros textos dramáticos de quien hoy es considerado el dramaturgo más representado en los escenarios noruegos. La obra La noche canta sus canciones evidencia una marcada herencia de su conciudadano, Henrik Ibsen, sobre todo en los conflictos psicológicos de sus protagonistas.

 Fosse muestra aquí un triángulo amoroso, pero incluye a los padres de él para que el clima familiar se transforme en asfixiante. Mucho de este universo cobra potencia por la cercanía que propone Veronese entre intérpretes y espectadores. Incluso hay varios momentos en que los actores no representan y se sientan al lado del público compartiendo el mismo espacio.

Pasiones terminadas, amores concluidos y ciertas atracciones que irrumpen con ferocidad y que logran cortan con lazos que parecían más firmes. Esto es lo que buscó iluminar Fosse, desde este juego de infidelidad. Su propuesta es pequeña y no tiene frases que permitan hablar de un material inolvidable. Sólo la mano de Veronese y su excelente elenco consiguen que cada asistente se sienta incorporado a la historia y se lleve un recuerdo personal, una mirada única e intransferible sobre esta historia de terceros.

Eugenia Gerty y Pablo Messiez encarnan a la pareja central y evidencian en sus trabajos interpretativos matices, quiebres y por sobre todo llevan a escena la contradicción. Sus personajes sufren y parecen no decidirse entre la verdad y la mentira. Es el público quien asiste azorado y silencioso a esta lucha entre estos dos antagonistas: marido y mujer. Se pelean y se perdonan, y parecen amarse como odiarse con la misma intensidad.  Los otros tres actores consiguen componer criaturas terribles aunque cercanas, así la madre posesiva de Pipi Onetto, el padre entregado de Luis Gasloli o el tercero de la historia con Claudio Tolcachir.

Toda la acción ocurre en un centro de escena, casi un cuadrado, donde el público estará jugando con esas formas, muy cercano, si alguno extendiera un brazo podría tocar a un actor. O tal vez pisarlo en alguna escena de entrada o salida. Esta es un paso más de aquella cercanía propuesta por Veronese en el “Camarín de las musas”, aquí su marcación se hizo más íntima, más cercana y al mismo tiempo más riesgosa. Gatos caseros que se cruzan, miran y sin molestar siguen su actividad habitual. Por momentos se podría afirmar que respirar fuerte o toser son crímenes teatrales.

La noche canta sus canciones es una inquietante invitación al voyeurismo escénico, aquí no hay cuerpos desnudos, sino almas quebradas que se van desarmando frente a la mirada de cada espectador. Pero todos esos ojos estarán ubicados de manera diferente, cada asiento le entregará una perspectiva exclusiva a quien se atreva a pasar por ese nuevo espacio que inauguró Veronese, para seguir creando.

FICHA TECNICA

Autor: Jon Fosse

Traducción: Clelia Chamatrópulos.

Elenco: Eugenia Guerty, Pablo Messiez, Claudio Tolcachir, Luis Gasloli y Pipi Onetto.

Asistencia de dirección: Diego Curatella.

Producción ejecutiva: Maxime Seugé.

Dirección: Daniel Veronese.

 
 
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