La Paranoia
por Gerardo Camilletti (IUNA)
La creación ficcional como problema,
la multiplicidad de personajes que representan los actores, la profusión de
elucubraciones acerca del estatuto de realidad y la reflexión sobre la
representación (unas veces velada, otras explícita) son algunas de las
características de las propuestas de Rafael Spregelburd. Agunos de estos rasgos
están llevados al extremo en La Paranoia, el sexto de los espectáculos que pertenecen a la Heptalogía de Hieronymus Bosch.
En La Paranoia, hay un relato que enmarca de modo
singular personajes, relatos, espacios, tiempos y dimensiones que se cruzan
entre sí e interactúan. En primer plano un grupo de sujetos convocados para
salvar a la humanidad con el arma poderosa de la imaginación. Los alienígenas
necesitan ficciones y ellos se las darán para poder garantizar la paz. En el
segundo plano, ficciones, más ficciones.
Personajes creando imágenes de
personajes ponen al descubierto los procedimientos de la creación ficcional. La Paranoia ubica la acción en dos dimensiones,
una realizada por los actores sobre el escenario y otra proyectada en una
pantalla, ambas sostienen la misma validez que es su carácter ficcional y
teatral. Lo audiovisual en esta puesta revela la enorme teatralidad que está
justamente sostenida en las actuaciones; el espacio ficcional, que aparece
ampliado por el recurso audiovisual, es sin duda uno de los elementos más
singulares de esta puesta en escena, a través de él se completa y complejiza
las propuesta acerca de la ficcionalización: doble procedimiento (como en cajas
chinas o como en un texto de Borges) los personajes de la pantalla son
creaciones de los personajes del escenario que a su vez, lo son del dramaturgo.
La ficción misma enuncia su arbitrariedad y a su vez pone en evidencia que toda
ficción no es otra cosa que una construcción. Por supuesto que no es extraño
para quienes conocen la concepción dramatúrgica de Spregelburd, encontrarse con
personajes que enuncian su arbitraria constitución y la arbitraria constitución
de la realidad ficcional que se crea en la escena.
En esta, como en otras puestas de
Spregelburd el discurso de los personajes tiene una enorme importancia. Actores
diciendo textos extensos con naturalidad pero exponiendo en todo momento el
carácter teatral de lo que se ve, como una muestra de que aún se pueden hacer
ficciones dándole un lugar importante al discurso de los personajes sin que
esto signifique que la palabra va por delante del resto de los lenguajes. Al
contrario, ningún discurso está desarticulado del cuerpo, de los objetos o el
vestuario, no son actores diciendo bien, sino que son actores diciendo
teatralmente en y por la escena
Muchas veces el teatro llevó sobre
sus espaldas una especie de responsabilidad política que le quedaba grande, es
decir, la creencia de que la sociedad, el mundo, cambiarían por obra y gracia
de las representaciones teatrales tuvo que caer frente a la evidencia de que
ninguna revolución se sostuvo en y por el arte exclusivamente, en todo caso, el
arte muchas veces acompañó, aportó, construyó discursos útiles a ciertos fines
políticos, pero no mucho más que eso. El teatro resulta básicamente un juego,
eso es al menos lo que sostuvieron las propuestas de este dramaturgo, actor y
director. Y este es precisamente el juego que se juega en La Paranoia de Rafael Spregelburd. Que la
ficción salve al mundo también es una ficción.
Ficha técnica
Dramaturgia: Rafael
Spregelburd.
Elenco: Andrea Garrote,
Rafael Spregelburd, Mónica Raiola, Pablo Seijo, Alberto Suárez
Colaboración Artística:
Héctor Díaz
Asistencia de
producción: Luciana Graciosi
Música original: Nicolás
Varchausky
Música adicional: Hernán
Kerlleñevich, Pablo Climenti
Iluminación: Esteban
Lahuerta, Rafael Spregelburd
Sonido en vivo: Zypce
Vestuario: Julieta Álvarez
Asistencia de vestuario:
Catalina Willimburgh
Realización de muebles:
Javier Drogas, Juan Cruz García Gutiérrez
Fotografía: José María
“Pigu” Gómez
Diseño web: Marco
Cartolano
Traducciones chinas: Teh
Ya Wen
Coach de chino: Nicolás
Levín
Asistencia de dirección:
Francesc Jiménez Llinás
Dirección Audiovisual:
Daniela Goggi
Asitencia de dirección
audiovisual: Pato Vignolo
Dirección: Rabel
Spregelburd