(IUNA-UBA)
Autor y director: Julio Molina.
Elenco: Daniel Kargieman, Cecilia Sgariglia, Julio Molina, Eladia Grosso y Cristian Leonardo Aldorino.
Asistente de dirección: Mercedes González Glemon
Música original en vivo: Maximiliano De Biasi.
Escenografía e iluminación: Leandro Javier Crocco.
Vestuario: María Julia Moretti.
Técnico en iluminación: Daniel Aimi.
Asistente técnico: Gabriel Cultura.
Comenzó como actor, trabajando y apoyando a los que se iniciaban en la dirección, pero al poco tiempo Julio Molina decidió cruzar la supuesta división e
iniciarse como autor y dirigir sus propias creaciones. Con esta triangulación (intérprete-director-dramaturgo) tan poco frecuente en la actualidad estrenó
su primer espectáculo Viento de monoblock (2003). Pasó mucho tiempo, pero ahora vuelve casi por necesidad a incluirse en su elenco como intérprete
en Panza verde. (Rebote de un algo que sigue en una casa descansado mansamente)
Como dramaturgo, con muchos títulos en su haber, se lo puede caracterizar siempre preocupado por nuestras provincias. Sus temas incluyen el mundo guaraní,
tanto como nuestro pasado histórico, donde se evidencia su obsesión por la batalla contra Paraguay. Es notable el cuidado de su lenguaje, el que utiliza
para trasladar con fidelidad mitos, leyendas o personajes. Cuando es el responsable de llevarlos a la escena por lo general opta por el despojamiento y los
pocos elementos que pueblan sus espacios escénicos son siempre significantes. Hay un extrañamiento personal que late y la música interpretada en vivo es
otro de sus lenguajes elegidos.
El año pasado el teatro "El Popular" abrió un concurso bajo el lema de dramaturgia "Estampas de la Argentina Actual" y se comprometía a producir el texto
ganador. Así fue que Panza verde obtuvo el primer premio y fue estrenada en ese escenario. Desde el título mismo se intuye que mucho tiene que ver
el ejército entrerriano que luchaba en el siglo XIX, luego se generalizó y se le dice así a quienes son muy afectos a tomar la infusión del mate.
Ubica la acción en el año 2001 y allí aparece una extraña familia, como quedada en el tiempo, donde el nombre del general Urquiza sigue siendo importante,
de la misma manera que algunas batallas y el pasado histórico de nuestro país. Los conflictos se suceden en el centro del escenario, casi un rito, donde el
círculo mantiene algo de una magia primitiva, a la que se agrega el misterio de un espejo y un sótano imprevisto.
Su elenco, integrado por Daniel Kargieman, Cecilia Sgariglia, Eladia Grosso y Cristian Leonardo Aldorino, al que el mismo Julio Molina se sumó, consigue
escenificar ese extrañamiento que lo aleja de tantos planteos realistas que imperan en los escenarios independientes. Alejándose de la credibilidad, Molina
autor y director, siempre incorpora alguna huella cotidiana, en este caso una mancha de humedad que atrae a un vecino hacia una familia muy particular. Panza verde se suma a la lista de aciertos que jalonan la creatividad siempre cuidada y original de Julio Molina.