(IUNA/UBA)
Autor: Gustavo Cornillón
Adaptación dramatúrgica: Alejandro Schiappacasse, Germán Rodríguez, Paula Castagnetti y Alejandra D'Agostino
Elenco: Paula Castagnetti, Alejandra D'Agostino y Alejandro Schiappacasse
Vestuario: Laura Etcheverry e Inés López Vicente
Diseño de escenografía: Julieta Potenze
Diseño de luces: Sergio Cuchiara
Diseño sonoro: Nicolás Gallo
Realización escenográfica: Ariel Vaccaro
Música original: Caio Kosiner
Asesoramiento artístico: Alejandro Schiappacasse
Asistencia de dirección: Javier Piazza
Dirección: Germán Rodríguez.
Es muy poco frecuente encontrar en los escenarios porteños propuestas que tengan el sello de la ciencia ficción, para algunos derivado de la literatura
fantástica. Entre los creadores que lo han transitado se cita -casi obligatoriamente en estas últimas décadas porteñas- a Javier Daulte (Gore,
2000, ¿Estás ahí?, 2004) y Rafael Spregelburd (La paranoia, 2007). Habría que sumar desde ésta su tercera obra de teatro a Gustavo
Cornillón, quien con antecedentes en el cine (El guante, 2001 y Luminaris, 2011) se inició en los escenarios como autor de An American Pastorela (2004), en el año 2008 estrenó con su dramaturgia Jorobados, relato de una noche de reyes, definida como "comedia
musical basada en Noche de Epifanía, de William Shakespeare". Más cercana en el tiempo es su Hasta que tu muerte nos separe (2010).
En Maravillosa infancia artificial se vale de un mundo científico, un laboratorio donde se busca experimentar con los recuerdos, o sea con la
memoria humana, para extraer lo desagradable o doloroso de la misma. El juego propuesto tiene tres personajes: dos hermanas científicas y un
soldado/paciente. El pasado de ellas - una pérdida familiar - las separa, las enfrenta y también parece haberlas impulsado a la investigación médica. Pero
quizás ésta sea una lectura realista o psicológica de una propuesta que se aleja de estos paradigmas.
Con este texto un equipo integrado por un director (Germán Rodríguez) e intérpretes (Alejandro Schiappacasse, Paula Castagnetti y Alejandra D'Agostino)
emprendieron sobre el escenario la que bautizaron como "adaptación dramatúrgica" y que podría traducirse como el llevar a escena las palabras escritas o
ver cómo se comportan los cuerpos y las voces ante este material literario, que dejó de serlo al tomar encarnadura escénica.
Este espectáculo - Maravillosa infancia artificial - inicia el debut como director del actor Germán Rodríguez. Se lo recuerda integrando los
primeros elencos de Ciro Zorzoli, como Ars Higiénica y Living, último paisaje, luego llegaría otras composiciones. Aquí como puestista
eligió el despojamiento y contó con el diseño escenográfico de Julieta Potenze, quien con blanco consiguió enmarcar esta historia. Hay guiños de humor que
estuvieron a cargo del diseño de vestuario que firmaron Laura Etcheverry e Inés López Vicente.
En esta primera dirección Rodríguez no sólo cuidó los detalles exteriores sino que focalizó su mirada en los vínculos, en las actuaciones y en los climas
que obtuvo con su elenco. Tuvo libertad para imaginar que estas hermanas canten a capella y sus dos intérpretes tienen excelentes voces como para
transformar estos momentos en un hallazgo disfrutable propiedad de Paula Castagnetti y Alejandra D'Agostino. Junto a ellas también se destaca la
composición de Alejandro Schiappacasse. Es un trío de actores que se potencian, donde se respira complicidad y compañerismo, que llega directo al
espectador. Es un mundo extraño el que imaginó Gustavo Cornillón, que se aleja de los living y de las familias disfuncionales, aunque se acerca con otra
mirada al mundo fraternal, al que le entrega originalidad y humor, encontrando en este equipo de director, elenco, escenógrafa y vestuarista sus mejores
aliados para conquistar a un público ávido de otro tipo de ficciones.