(UNA/UBA)
Leyenda campestre de una maestra errante
Basada en cuentos de Hebe Uhart.
Adaptación teatral: María Merlino.
Elenco: María Merlino.
Música y Banda sonora: Carmen Baliero.
Iluminación: Iván Gierasinchuk y Miranda de Souza.
Vestuario: Valentina Bari
Peinado: Jorge Palacios
Escenografía: Diego Lerman
Video: Diego Lerman e Iván Gierasinchuk.
Dirección y puesta en escena: Diego Lerman
Teatro: Santos 4040
El Grupo “Flor de un día” luego de sus exitosos espectáculos como Nada del amor me produce envidia de Santiago Loza(2008) y Qué me ha hecho, vida mía de Diego Lerman, María Merlino y Marcelo Pitrola (2012) retornan a la estructura unipersonal y estrenaron ¿Cómo vuelvo? Leyenda campestre de una maestra errante. Esta vez el origen de la dramaturgia surgió de cuentos de Hebe Uhart, quien ya en 2008 había subido a un escenario con su universo personal en otro espectáculo: Querida mamá o guiando la hiedra, con dirección de Laura Yusem.
Aquí la historia tiene como única protagonista a una maestra rural. Se evidencia en el equipo de trabajo una preferencia por estos personajes, ya que en el texto de Loza la historia era contada por una costurera. Todo el monólogo está relatado en primera persona, aunque otros personajes se cuelen en la historia. Y aunque no esté sobre el escenario se podría subrayar que el campo, la inmensidad de nuestro territorio es indudablemente una presencia palpable. El nuevo ámbito escénico que representa el teatro “Santos 4040” facilita con su amplitud de boca esta espacialidad, ya que las proyecciones y los desplazamientos de la única intérprete subrayan esta característica. Sólo una objeción: hay momentos en que se pierde este trayecto y esto dependerá de la ubicación que los espectadores tengan en la sala, con butacas sin numerar.
Sería imposible pensar en esta propuesta sin esta intérprete - María Merlino- quien le agrega a cada personaje su excelente voz de cantante. Ella sin esfuerzo, con una notable y característica suavidad interpreta siempre. Consigue pasar de la ternura a la ironía, sin perder nunca la credibilidad. Es una artista que consigue los medios tonos y su vocalización perfecta acerca siempre lo que dice. Su energía escénica es tan potente que puede encarar este complejísimo género de los unipersonales, como si fuera sencillo estar más de una hora sola entablando este vínculo estrecho, entre la historia y el público. Hay que subrayar que la música y banda sonora llevan la firma de otra gran artista, Carmen Baliero.
Hay un mundo que se va exponiendo, el que impulsó Hebe Uhart desde sus relatos y que María Merlino le da carnadura escénica. Es la historia de una maestra rural, pero que puede ser usada como símbolo de cualquier hombre o mujer que vive en algún lugar de nuestra patria, alejados de las ciudades. Los tiempos son otros, los vínculos, las preguntas y respuestas también lo son.
Tampoco es frecuente iluminar esa vocación docente como lo hace Uhart –con conocimiento de causa- y mantiene inalterable Merlino. Esas maestras cargadas pruebas, libros y todo posible material didáctico, claro que cuando se alejan de las grandes urbes es el caballo su vehículo más frecuente. Las clases se pueden dar en un viejo tranvía y los problemas de conductas son en realidad distracciones de alumnos repetidores.
El espectáculo podría ser absolutamente minimalista, sólo con esta intérprete alcanzaría, pero la dirección de Diego Lerman eligió otro camino. El junto a Iván Gierasinchuk realizaron un video y esa amplitud de la que habla el texto se ve a través de dos inmensas pantallas laterales reflejando esa realidad. Bienvenida la tecnología porque suma otro lenguaje al teatral, pero hay que subrayar que la teatralidad está focalizada en la interpretación de Merlino. De los tres espectáculos hasta ahora estrenados por este grupo es éste el que suma más elementos audiovisuales, quizás sea el camino que están buscando. Hay que subrayar que se respira una intensa investigación de lenguajes, no se repiten de una propuesta a otra y en este rumbo van desentrañando universos tan particulares como intensos.