IUNA

Crédito Leopoldo Minotti
 
 
 
 
 
 
 
 
 
número 13 | Junio 2016
información y críticas
01. 02. 03. 04. 05. 06. 07.  

El vértigo

Ana Seoane (UNA/UBA)

Autor: Armando Discépolo
Elenco: Marcelo Aruzzi, Natalia Besuzzo, Matias Broglia, Roberto Cappella, Marcos Horrisberger, Martín López Pozzo, Alicia Naya y Yesica Wejcman.
Asesoramiento escenográfico y vestuario: Cecilia Zuvialde.
Diseño sonoro: Santiago Barceló.
Diseño de luces: Miguel Solowej.
Asistencia de dirección: Juan Sebastián Echave.
Dirección: Matías Leite y Leopoldo Minotti.
Museo Juan Carlos Pallarols.

El vértigo pertenece a un primer período de la dramaturgia de Armando Discépolo, anterior a sus grotescos, aunque aquí también sus protagonistas sean italianos. Todos viven casi encimados en una misma casa, a la que llega esta familia compartiéndola con un generoso amigo que los ampara. El título hace referencia a los peligros del amor, Discépolo sobre todo en este texto ilumina a los no correspondidos.

Este grupo que decidió llevarla nuevamente a la vida escénica son ex alumnos de Agustín Alezzo y con la seriedad que caracteriza a sus discípulos decidieron conocer en profundidad el mundo de la obra. Sus protagonistas son orfebres y por eso decidieron acercarse a una de las máximas autoridades de esta artesanía que hay en la ciudad de Buenos Aires: Juan Carlos Pallarols. Ellos querían conocer los instrumentos, ver las posturas y acercarse a este otro universo, tan alejado al de ellos. La generosidad del Pallarols / artesano hizo que una vez por semana representen El vértigo allí, en el mismo ámbito donde él y sus asistentes trabajan. Aquí no hay escenografía todo es de verdad, los objetos evidencian una existencia anterior a las escenas y seguramente la seguirán teniendo. Esta realidad palpable, aunque sólo para veinte espectadores, produce un efecto de túnel del tiempo, donde el público se sentirá trasladado a esos principios del siglo XX.

Todo está muy cerca, el fuego, los objetos y sobre todo los actores. Esta mínima distancia es complicada para algunos, aunque ya llevan muchos meses de representación. No todo el elenco consigue un mismo nivel interpretativo, tal vez por la lejanía con estos personajes. Esta observación no empaña el resultado, ya que la pasión de cada uno de ellos y el riesgo que han afrontado merecen una felicitación. Como decía Alfredo Alcón: “aunque uno sepa que no puede alcanzar un gran texto, el buscarlo nos eleva”. Esto es lo que han hecho estos jóvenes intérpretes, sin dejar de lado la minuciosa dirección compartida de Matías Leite y Leopoldo Minotti. Afrontaron el peligro, encararon el desafío de buscar una obra lejana a ellos desde su registro de lenguaje hasta las costumbres que deben actuar. Sólo la historia de amor y desamor traspasa y vence los tiempos. Estas criaturas discepolianas, tan perdedoras como las que habitaron más tarde sus grotescos son fracasadas consuetudinarias. Sus hombres y mujeres son oscuros, opacos, pero eso mismo hace que el espectador se conmueva con sus historias y les resulte accesible la identificación. El silencio en el ámbito/taller es palpable y esto debe alimentar a este grupo a seguir por este camino. Hay algunas composiciones notables, como es el caso de Martín López Pozzo en la piel de Silvestre y Marcos Horriberger, como Miguel. Este elenco demuestra la ritualidad que tiene siempre el teatro, sus entradas y salidas, las miradas que se brindan y el grado de concentración que en todo momento evidencian. Es una invitación a conocer no sólo un pasado nacional, como fue la inmigración de principios del siglo XX, a uno de nuestros más grandes dramaturgos sino también este arte que no tiene fecha de vencimiento, como es la orfebrería.

 
 
http://dramaticas.una.edu.ar/ www.territorioteatral.org.ar / revista digital / publicación semestral
Departamento de Artes Dramáticas - UNA / French 3614 / 1425 / Buenos Aires Argentina /
ISSN 1851 - 0361