Patrice Pavis. La puesta en escena contemporánea: Orígenes, tendencias y perspectivas. Murcia, Editum, 2015, 456 págs. Traducción: Magaly Muguercia
Daniela Berlante (UNA/UBA)
Ocho años después de su aparición en francés, llega traducido al español un texto insoslayable para comprender el derrotero contemporáneo de un concepto problemático y pluridimensional como es el de puesta en escena. Patrice Pavis, uno de sus principales teóricos, le consagra un estudio pormenorizado que se remonta a sus orígenes históricos en las postrimerías del SXIX, porque encuentra en esta noción la clave para juzgar el modo en que el teatro pone en juego su existencia. Si el recorrido se inicia con Zola y Antoine, la pregunta que anima el trabajo es dónde se encuentra la puesta en escena del tercer milenio. Lejos de encontrar una definición unívoca, Pavis sostiene que el término dista de ser universal y adquiere un sentido específico en cada contexto. Es por eso que el autor del Diccionario de Teatro no se limita a consignar ejemplos europeos (Castorf, Pollesch, Chéreau, Mnouchkine, entre muchos otros) sino que revisa pormenorizadamente el teatro en una cultura que no es la propia, como es el caso de Corea, además de estudiar las prácticas espectaculares del mexicano Guillermo Gómez-Peña en territorio estadounidense.
Pavis dará cuenta de un cambio de paradigma experimentado por la puesta en escena a partir de la impronta que la performance, en tanto arte vivo o de acción, ha tenido sobre la misma. Esto lo llevará a apostar por una “performise o mise en perf”, como modo de articulación de estos fenómenos que no tendrían por qué revelarse antitéticos, como buena parte de la crítica ha tendido a colocarlos. Esta reconfiguración del objeto de estudio, observa el autor, ha vuelto inoperantes los modelos de análisis de base estructural, funcionalista y semiológica, lo que debería implicar para la crítica una revisión de las propias herramientas. La puesta en escena contemporánea –y ésta es la idea fuerza del ensayo- se ha convertido en performance en tanto participa de una acción y está en devenir permanente. Eso procesos de mutación incluyen de manera pregnante los efectos producidos por la irrupción de las nuevas tecnologías en escena. A diferencia de otros analistas que estudian el fenómeno, Pavis ofrece además una serie de propuestas para el análisis de los medios en la puesta escena que tienen como eje principal el abordaje de la intermedialidad, esto es, la aprehensión de las estrategias de interacción entre los mismos.
El ensayo provee su propio aparato conceptual a la vez que es generoso en ejemplos. Uno de sus capítulos da cuenta de la puesta en juego de los textos contemporáneos y allí encontrará el lector numerosos casos analizados por Pavis, tantos como en el que le dedica al teatro del gesto y la dramaturgia del actor, o al de la interpretación de los clásicos. Las fotografías son bien elocuentes en este sentido.
La puesta en escena contemporánea: Orígenes, tendencias y perspectivas es una obra de consulta inestimable para quienes estudian el fenómeno y siguen haciendo del mismo un objeto vivo, maleable y en constante transformación.