La introducción le pertenece al director, dramaturgo, actor y performer Martín Seijo. En sus ocho páginas introductorias aclara con mucha profundidad cuál es la intención de estos creadores que conforman el grupo de la “Compañía de Funciones Patrióticas”. Divididos en varios ítems como: “Inicio”, “La Compañía”, “Nuestra idea de teatro”, “Estructura”, “Teatro a la derecha·, “Haciendo patria”; “Haciendo historia”, “La metapolítica”, “Entre” y “Constructos” desarrolla con precisión los principios ideológicos con los que construyen sus propuestas.
En un tiempo de marcada falta de ideologías, ellos proponen una. La sustentan con humor y toman a la historia nacional como telón de fondo para marcar errores cotidianos y siempre contemporáneos.
Este “grupo estable de eventos efímeros” como ellos se definen iniciaron su historia a partir de la lectura de una antología compilada por Beatriz Seibel. Fue el disparador para que no sólo se bautizaran (funciones patrióticas) sino también para que estudiaran y se enmarcaran en un tipo de teatralidad “efímera”, ya presente en el siglo XIX. Los autores que va citando como apoyatura teórica van desde Walter Benjamín hasta Hannah Arendt, pasando por Bertolt Brecht, Georges Bataille y Reinhart Koselleck.
Sus principios son muy claros: “Nos interesa desarrollar una propuesta teatral popular, no populista; patriótica, no chauvinista; crítica, no demagógica; entretenida, no solemne; plural, no baja-línea”. Sus presentaciones se realizan en fechas claves, que en algunos casos coinciden con el calendario de feriados nacionales, en otros son ellos quienes proponen un homenaje a los olvidados de nuestro pasado, así la fecha del fallecimiento de Juan José Castelli o el asesinato del senador Enzo Bordabehere. Después de la función comparten siempre una merienda, donde espectadores y creadores pueden dialogar. Su posición ideológica es muy clara cuando en la introducción subrayan que “Ojalá existiera en la escena alternativa un buen teatro político de y para la derecha.” Obviamente ellos se ubican en la antípoda y buscan desentrañar los “hilos del discurso político”. No quieren sólo entretenimiento, en cada una de estas efímeras creaciones hay cuestionamientos a lo que sería la historia oficial, nuestra falta de memoria y nuestras incoherencias.
La publicación de sus textos, desde La neurosis de los hombres célebres en la historia argentina, de 2009 hasta la ficha técnica de Desapariciones del 2015 todas las obras nos acercan a sus ideas. Sin olvidar que algunas obras no están editadas porque son de fácil acceso como El gigante Amapolas, primera presentación de ellos en el año 2008. El libro concluye con un Cancionero y Calendario, ambos patrios y en algunos casos propios. Entrega también mucha información, ya que cada obra llega precedida de su elenco y equipo creativo.
Como lo relata el mismo Martín Seijo al haberse reconocido como grupo performático él se inscribió en la Maestría de Teatro y Artes Performáticas de la Universidad Nacional de las Artes (UNA). Con este paso apareció la incorporación de performers nuevos de otros países latinoamericanos. La “patria grande”, como elije definirlo. El teatro es un arte efímero, pero la publicación de los textos dramáticos nos permite acceder a una parte, la que queda impresa. Se pierde obviamente lo espectacular pero nos queda la posibilidad de leer estas obras plagadas de historia, ironía e imaginación. Es una muy buena oportunidad para ganarle a la memoria y quedarnos con las palabras en las manos.
