Cuando propuse este dossier Sobre actuación lo hice con la idea de indagar en esta actividad a través de las ideas de teatristas cuya obra artística (el cuerpo actoral o la dirección) escapara de las formas más conocidas. Convoqué a algunos docentes del IUNA que estuvieran en estas propuestas. Casi todos me respondieron. Y a algunos que no están en la institución pero que tienen una búsqueda y una obra destacada y que ejercen algún tipo de docencia teatral.

Muchos se explayaron largamente, como Guillermo Arengo, Maricel Alvarez o Sergio Sabater. Otros fueron sintéticos como Cristian Drut o Analía Couceyro. Pero todos dieron respuestas inteligentes, fueron generosos con la información, armaron un panorama muy rico de la escena actual.

Se les enviaron tres preguntas como guía:

- ¿Cómo fue tu formación?

- ¿Cómo enfocás tu trabajo como actor, actriz, director?

- ¿Cómo es tu tarea como docente de teatro?

Las respuestas tienen un eje común: la heterogeneidad y la búsqueda constante. Formarse como actores parece exigir un camino múltiple y nada resulta ser en vano. Se puede hacer una carrera terciaria completa (Juliana Murás), casi terminar una carrera universitaria (Maricel Alvarez, Guillermo Arengo), no hablar de la carrera universitaria completa porque los cursos teatrales son muchos (Sergio Sabater es egresado de la UBA como Profesor de Filosofía). Sorprende que la mayoría ha transitado por carreras universitarias (además de Alvarez, Arengo y Sabater, hablan de eso Blas Arrese Igor, Maruja Bustamante y Juliana Murás ), que en varios casos se repiten figuras del teatro contemporáneo argentino que ya son maestros como Bartís o Veronese o como el Periférico de Objetos. Algunas (Maricel Alvarez, Juliana Murás) han hecho danza con tanto interés como teatro y Murás también canto. Varios siguieron cursos o completaron carreras de dramaturgia (como Maruja Bustamante, Guillermo Arengo, Blas Arrese Igor, Juliana Murás)

Recorrer la formación es meterse en filosofía, psicoanálisis, fotografía, música, literatura, cine pero fundamentalmente en espectadores que han visto mucho teatro que los ha enriquecido.

Las ideas con respecto a la labor artística también marcan un caleidoscopio de posiciones. Aún cuando algunos puedan haberse formado como actores en el método Stanislavski ninguno lo sigue. Los caminos que recorren son muy variados y conocerlos enriquece las perspectivas del oficio.

Se pone en cuestión cierta comodidad para pensar qué es un actor. En algunos casos porque amplían el panorama tradicional: Maricel Alvarez habla de su trabajo en teatro y cine y las diferencias que implica; Guillermo Arengo, aunque prefiere su trabajo en el off no desdeña otros soportes como el cine, la televisión o la publicidad y puede obtener aprendizajes del cruce entre alta y baja cultura (para seguir usando la terminología de la Escuela de Frankfurt).

Ser actor es tener un cuerpo dúctil y entrenarlo en técnicas variadas, es estar abierto a la escritura y la dirección. Pero también es, para ellos, volcar la que han aprendido y entrenado a los que se acercan con ganas de aprender. No se ven maestros sino coordinadores de sus alumnos (Maricel Alvarez recuerda al maestro ignorante de Rancière), se consideran como los que abren puertas para la creación.

Invito a conocer sus opiniones.