¿Cómo fue tu formación?

Mi formación fue, básicamente, en el Sportivo Teatral, con Ricardo Bartis.
Aunque tambien influyeron otros espacios por los que pasé, no solo como
alumna si no tambien como actriz y docente, roles que tambien me ayudaron a
formarme.

Empecé a actuar a los catorce años, en un grupo de teatro en alemán en
el Instituto Goethe, y desde ese momento hasta los dieciocho años, cuando entré al
el Sportivo, estudié en el Centro Cultural Rojas, con Monica Bruni, e hice
Match de Improvisación con Mosquito Sancineto. Creo que ambas experiencias,
sumadas a actuar y a ser espectadora en los últimos coletazos de lo que fue la
movida del Parakultural, contribuyeron mucho a mi formación.

Desde los quince años actué en varietes, fiestas, boliches, en los Match de Improvisación. Creo que ese "hacer", paralelo al entrenamiento en el Sportivo, fue muy
significativo. En las clases con Bartis, además, me encontré con un maestro y
también con unos compañeros muy entusiastas en la producción.

¿Cómo enfocás tu trabajo como actriz?

Mi trabajo como actriz, como sucede en general, es fluctuante, pasa por
distintas etapas. En los últimos años, supongo que por cansancio y desvío
de energía hacia mis hijos chicos, el trabajo es menos autogestivo, lo que
me hace depender más de ciertas estructuras (algunas en vías de extinción,
como el teatro oficial).

Después, y por suerte, siempre los trabajos que surgen tienen un grado de placer elevado, y entonces, lo primero que hago como actriz es conectarme con esas zonas de placer que, en general, tienen que ver con el material (el texto, el personaje) y con el equipo de trabajo.

Confío mucho en el primer acercamiento al material, en qué es lo primero que me entusiasma de lo que leo o me cuentan. A medida que avanza el proceso ese
primer entusiasmo me sigue guiando.

¿Cómo es tu tarea como docente de teatro?

Mi trabajo como docente es fundamental en mi vida, por varias razones.
Empecé a dar clases también muy joven, a los 21 años, y crecí y aprendí
muchísimo a lo largo de los años.

Por un lado, como nos sucede a muchos actores, las clases son importantes a nivel económico, el único trabajo con continuidad, por otro lado, para mí es la mejor
forma de estar despierto, atento y vital con respecto a la actuación, porque
ver y pensar las cualidades, dificultades y poéticas particulares de los
alumnos me ayuda a ver y pensar las mías como actriz y las de los actores
que dirijo.

En mi tarea como docente busco reconocer y expandir las
posibilidades expresivas y asociativas de los alumnos, observando y
aprendiendo de esas particularidades.